Sofisticados

El pasado miércoles Vox se adelantó a los pronósticos y presentó una moción de censura contra el presidente Pedro Sánchez y contra el gobierno de coalición de España. Las razones que adujeron no eran notorias, ultrapatriotas, ultramonárquicos y ultraconservadores (ellos más que nadie a expensas del PP y con el beneplácito de CS después de que el señor Rivera regresara a casa), mas resultó. Abascal pretendió alzarse con el mando. Imposible, se sabía desde el primer minuto de la tentativa. Son fundamentalistas pero no tontos. ¿Por qué persistieron? Pedro Sánchez quedó inmune, más aún, incluso con más ínfulas por las respuestas, y el gobierno también. Pero esa no era la jugada; la jugada por la que Vox procedió es que debía señalar al PP en su condición. Y lo logró, tardo Pablo Casado. Los dirigentes del partido extremista deducen que han de desbancar a la amparada derecha. Y comprenden que por ellos estar ahí, los susodichos se mueven como se mueven: imposible reducir a la ultraderecha, aceptar acuerdos de Estado (renovaciones constitucionales incluidas), atender a la sostenibilidad por la crisis, suspender la sórdida lucha por la pandemia en Madrid o cualquier cosa que los contrarios les propongan. Tanto que si viene menos dinero de la comunidad será mejor para ellos (no para los españoles) que si viene más. La cuestión que Vox quería dejar clara es si el PP es un partido consecuente. Esa fue la pregunta. ¿Respuesta? Quien gobierna conjuntamente y designa incluso como dictadura a Pedro Sánchez, votó no. Contradictorio. La perplejidad de Abascal se basa en lo siguiente: la “derecha cobarde” frente a “la derecha real”. Luego…
En buena lid la acción política no debe constatarse de ese modo, pero con tal maestría se mueven. Lo proclamó el nombrado Rivera cuando descubrió su idealidad, luego de la crisis socialdemócrata, cuando se descubrió tan de derechas como Rajoy (al que comenzó a admirar) o a Casado (que resultó amigo) frente a Pedro Sánchez al que principió a rechazar. En esas estaba, el pobre, teniendo que sustituir (como Vox) a los allegados. De donde ocurrió que el veneno para ratas no era tal, le dieron el gobierno de Madrid, de Andalucía, Murcia, Castilla León con los votos de a… Son afines. La gente lo entendió y por eso resultó el peor fracaso de la democracia en un país civilizado.
¿Ocurrirá lo mismo con Vox? No, tardos sofistas Casado-Rivera. Vox siempre cobra. A poco se comprobará.