el charco hondo

Avistamiento

Aunque no ha trascendido, durante el confinamiento se multiplicó el número de avistamientos de objetos volantes no identificados, en Estados Unidos aumentaron un 51% respecto a los del mismo periodo de 2019.

Según datos recopilados por la organización no gubernamental que se encarga de estas cosas, fue precisamente en abril, coincidiendo con el encierro generalizado, cuando las llamadas contando que creían haber visto seres bastante extraterrestres u objetos tirando a raros crecieron como la espuma.

Algunos vieron luces que se movían en el cielo sin atender a patrones propios de vuelos regulares, o satélites sin pinta de estar haciendo la ronda dominical. Otros aseguraron que avistaron naves que giraban rayando lo absurdo, incluso hubo quien juró haber visto seres con una anatomía escasamente terrestre, extraña, desconcertante (bastante inquietante, en definitiva).

Eso fue hace ocho meses. Ocho meses después se han recibido infinidad de llamadas que, teniendo en común las Islas Canarias, España, África Occidental, aseguran haber visto figuras que tenían un aspecto impropio, distinto, poco común de meses a esta parte. Rubios. Piel extremadamente blanca. Ojos claros. Sandalias con calcetines. Bermudas. Gorras de marca. Camisetas de colores, raros, inusuales.

Capaces de comunicarse entre ellos emitiendo unos sonidos tan incomprensibles como lo que pudieran ser palabras. Siempre en grupos de cuatro, seis u ocho (ocho, luego, desconocedores del máximo permitido). Iban en bicicleta, camino de la playa.

La crónica de lo sucedido no termina aquí. Son guiris, gritó alguien que pasaba por allí. Y fue entonces, ni una milésima después, cuando quienes miraban con sorpresa a quienes creyeron extraterrestres rompieron a aplaudir, con fuerza, todos, sin excepción, aplausos a los que se sumaron las lágrimas emocionadas de los que se acercaron, nadie quiso perdérselo —normal, hace meses que no se cruzan con un grupo de turistas; británicos o alemanes, tanto da—. Aplausos. Lágrimas. Abrazos. Aquello pareció el final de El perfume.

Héroes, les gritaban. Bravo. Olé. Con el confinamiento en Estados Unidos se multiplicaron los avistamientos de OVNIS.

Con los ministros de Sanidad y Turismo bombardeando desde hace meses la temporada alta, los turistas son nuestros extraterrestres, merecedores de aplausos, besos y abrazos. Héroes. Cuerpos y carteras que se vienen a Canarias sin importarles que Salvador Illa o Reyes Maroto sigan haciendo lo imposible por desanimarlos.

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