Miguel A. Torres, presidente de Familia Torres, cree que Canarias debe de dar un paso adelante para convertirse en un Archipiélago “verde, con 0 consumo de energías fósiles. Esto sería fantástico”. Y además invita a las empresas, especialmente del sector de la hostelería, para que presenten en Bruselas las Manifestaciones de Interés y puedan acogerse a las ayudas para optar a las energías limpias y dejar atrás la fuerte dependencia que existe actualmente con el petróleo.
El presidente de Familia Torres, acompañado del director de Cambio Climático de la bodega, Josep María Ribas, convocó ayer a los medios de comunicación de Canarias, a través de un encuentro vía Teams, para exponer los últimos proyectos de la empresa a través de su filial Excelsia Canarias. Concretamente han presentado una Manifestación de Interés (MDI) en el Ministerio para la Transición Ecológica para optar a los fondos europeos dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Con este MDI Familia Torres se acoge a buscar apoyos para instalar energías renovables en sus almacenes de la islas ya que “nos encontramos ante una emergencia climática muy grave que nos obliga a cambiar si queremos evitar una catástrofe”.
La idea de estas Manifestaciones de Interés, que promueve Miguel A. Torres, es que se unan el máximo de actores posibles para de alguna forma elevar el interés de esta zona concreta de Canarias en acceder a energías limpias. “Si más adelante Bruselas acepta esta iniciativa se abriría una línea de subvenciones a la que se podrían añadir las empresas interesadas o conglomerados de empresas”, afirma Ribas.
Miguel A. Torres recordó al inicio de sus exposición que el ‘flygskam’ (la vergüenza a volar) que se ha desarrollado en los países nórdicos sigue siendo una amenaza que irá a más con el paso del tiempo, razón por la cual Canarias, que vive del turismo, está en el momento de dar un paso adelante y optar por las energías limpias.
La visita que Torres realizó hace poco más de un año a la isla de El Hierro, donde con renovables se produce más del 70% de la energía eléctrica, le dejó bastante “impresionado” además de afianzarle en su idea de que “Canarias puede ser un destino verde”. Y ahora tiene una oportunidad con las ayudas de la UE.
El director de Cambio Climático afirmó que su empresa ha presentado ante el ministerio un proyecto para el almacén de Excelsia Canarias, ubicado en el polígono de Güímar, para instalar unas 440 placas solares de autoconsumo para cubrir el 100% de las necesidades energéticas, ya que contará con baterías de litio para almacenar la electricidad no consumida de forma instantánea. Varias asociaciones y grupos empresariales, entre los que figuran la Asociación Canaria de Energías Renovables (Acer), Ashotel e IGS Ingenieros, han apoyado el proyecto con cartas de adhesión.
Hay que decir que este programa se enmarca en la Estrategia Energética de Canarias 2021-2025 que ya ha puesto en marcha el Gobierno de Canarias y que busca la máxima penetración de la energías renovables.
En febrero de 2020 Familia Torres, en colaboración con la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), organizó en Gran Canaria y Tenerife unas jornadas de autoconsumo para sumar al sector de la hostelería y de la restauración en la apuesta por las energías limpias que tuvieron una buena acogida entre los empresarios y las autoridades autonómicas e insulares.
Torres recuerda que preside una empresa familiar donde “si crees en algo lo haces aunque no sea rentable, o no ayude a vender el vino, pero hay que hacerlo porque beneficia a las nuevas generaciones. “Nosotros hemos invertido desde el año 2012 la cifra de 16 millones de euros en todas nuestras empresas que funcionan con energías renovables, biomasa, coches eléctricos: hemos buscado también tierra a mayor altitud para asegurarnos que la calidad del vino siga siendo igual de bueno, y por esto tenemos que adaptarnos”.
El presidente avisa que cada vez hay sensibilidad al ‘flygskam’ que quedaría mitigado para los turistas si llegan a un destino verde. Esta es la apuesta de Canarias y, sobre todo, hay que perder el miedo a que sean visibles los aerogeneradores eólicos o las placas solares. “Está cambiando la idea de que afean el territorio”, afirma.
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