Salvo alguna cosa, será antes del verano. Podría ocurrir que una ministra, sola o en compañía de otros, haga por entorpecer el traspaso; puede que esto o aquello, acá o allá, pero lo acordado es que la siguiente comisión Canarias-Estado haga historia con el traspaso a las Islas de la gestión y ordenación del litoral. Ahora sí, por fin. Canarias gobernará sus costas, decidirá qué o qué no, cómo o cuándo. La reforma del Estatuto así lo estableció en 2018 y ahora sí, por fin, el Estado se ha comprometido a transferir a las Islas una competencia que Canarias hizo suya hace ya dos años. Ha sido ahora cuando, por fin, un ministro lo bendiga. Será en el currículo de Miquel Iceta (y no, qué cosas, en el de Carolina Darias) donde figure la autoría de un traspaso reivindicado hace décadas por un archipiélago situado a mil doscientos kilómetros de los despachos de Costas, allá, en Madrid, lejos, emancipación reclamada por unas Islas ubicadas en el mapa a años luz de la soberbia, las incoherencias o el anonimato que resume la relación de los funcionarios de Costas con Canarias. El presidente, Ángel Víctor Torres, añade un hito celebrado a su hoja de servicios. El paso se dio con el Estatuto, pero ha sido el presidente el que ha llegado al puente y cruzado un río difícil porque los recelos, el centralismo y la gula de algunos despachos del Estado hacen (a veces, no siempre) que las aguas bajen revueltas, turbulentas. Salvo alguna cosa, a partir del verano la gestión del litoral, los errores o aciertos, lo que se haga o deshaga, tendrá ojos, nariz y boca, nombres y apellidos, autorías identificables, responsables políticos que den la cara cuando toque; y no, como hasta ahora, suboficiales bastante extraterrestres. Ahora sí, por fin, Canarias alcanza la mayoría de edad que cumplió con la puesta al día del Estatuto. Hace algunos años, en Barcelona, el directivo de un medio de comunicación compartió conmigo la razón que, a su juicio, entorpece el desarrollo de la descentralización y el autogobierno. Qué podemos esperar de gobiernos cabalgados por abogados del Estado, me dijo. Ahora sí, por fin, las Islas consiguen una transferencia reclamada tan histórica como unánimemente. Un ministro catalán que hace apenas unos meses sustituyó al frente del departamento a una ministra canaria (qué cosas) lo ha entendido a la primera, lo ha pillado sin tener que echar un pulso, sin tiras, excusas o aflojas. Salvo alguna cosa, a partir de junio el litoral será gobernado por Canarias. Ahora sí, por fin.