La bandera del Polisario

Los analfabetos funcionales que izaron este fin de semana la bandera del Frente Polisario en la plaza de Europa del Puerto de la Cruz deberían conocer algunas cosas. El Polisario ametralló a pesqueros canarios, causando la muerte a varios de sus tripulantes, hace ya algunos años. Cuando la patrullera Tagomago, de la Marina española, intentó socorrer a esos pescadores y disparar contra las zodiacs atacantes, sus cañones no funcionaron. Una vez más, hicimos el ridículo, en esta ocasión en alta mar. El líder del Polisario, Brahim Gali, está citado por un juez de la Audiencia Nacional acusado de delitos de genocidio y de lesa humanidad. También se le atribuyen, aunque me parece que no ha sido acusado formalmente de ellos, otros delitos gravísimos contra las personas. Ha entrado y salido varias veces de España, más o menos clandestinamente, pero con la complacencia del Gobierno español; y ahora se le trata de covid en un hospital de Logroño. Utilizó para su ingreso un nombre falso, con la entusiasta colaboración del Ministerio de Exteriores, cuya titular yo asimilo a una reponedora de supermercado en cuanto a valía diplomática. Ha provocado una intolerable y grave crisis migratoria con Marruecos. Izando la bandera polisaria (la de la RASD) en la Plaza de Europa, igual se está incurriendo en un delito, por lo que la Fiscalía debería estudiar si intervenir o no. Es verdad que en varias ciudades y pueblos de España han izado esa misma bandera, ignorando normas internacionales, evitando tratar al Frente Polisario como lo que realmente es y burlando esa otra memoria histórica de recordar a los muertos canarios, atacados cuando faenaban tranquilamente en el banco canario-sahariano. Hay más muertos inocentes que los de la guerra civil; por ejemplo, los pescadores cuyos cuerpos flotan en el mar, ametrallados por terroristas. Ignoro si la bandera sigue ahí, pero para espantar al poco turismo que queda parece que ni pintada. Bobos.