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Santiago Alba Rico: “Además de producir cultura, es necesario reflexionar sin parar sobre la cultura”

El filósofo es uno de los protagonistas de las jornadas 'Cuerpo de Valores', organizadas por el Laboratorio de Artes Vivas y Territorio
El filósofo Santiago Alba Rico participa en las jornadas ‘Cuerpo de Valores’, que se celebran en la capital tinerfeña. / DA

El filósofo Santiago Alba Rico (Madrid, 1960) es uno de los protagonistas de las jornadas Cuerpo de Valores, que, organizada por Laboratorio de Artes Vivas y Territorio, se desarrollan desde el jueves en Santa Cruz de Tenerife. Santiago Alba Rico, uno de los principales pensadores de la cultura en España, desarrollará hoy sábado (12.30 horas) la actividad Cuentos ambulantes en el Parque de la Granja.

-¿Por qué cree usted que es importante reflexionar sobre la cultura?
“Habría que plantearse la pregunta más general de por qué es importante reflexionar. Digamos que el que no reflexiona se deja llevar. Dejarse llevar es siempre lo más cómodo. Ahora bien, la cultura, entendida precisamente como el lugar donde los humanos producen pensamiento materializado y compartido, no puede ser un lugar cómodo. Por eso, además de producir cultura, es necesario reflexionar sin parar sobre la cultura. Es como cuando uno hace una besamel: si se deja de dar vueltas se forman grumos”.

-¿Cómo se transforma la cultura como concepto puro una vez que pasa por el filtro de la producción cultural de empresas e instituciones?
“No estoy seguro de que haya habido nunca un concepto puro de cultura. Basta darse un paseo por el Renacimiento italiano para darse cuenta de que siempre ha estado mezclada con religión, poder y economía. Hoy la religión ha sido sustituida por una economía de mercado y el poder, por su parte, interviene en la promoción cultural a través de instituciones públicas más o menos sumisas al mercado. Pero por eso mismo tiene sentido su pregunta; porque la cultura hoy se produce en un contexto conflictivo con tres polos que no siempre se ponen de acuerdo: los artistas, el mercado y las instituciones. Conviene que los artistas se peleen al menos un poco con las instituciones y que las instituciones preserven su independencia respecto del mercado (y respecto de los gobiernos de turno). Hoy es más urgente que nunca reflexionar sobre esta relación entre los tres polos”.

-¿Las instituciones desempeñan el papel que les corresponde cuando hablamos de cultura?
“No sabría decirlo. Pero no hay que olvidar que la cultura es un gran negocio del que viven en España unas 700.000 personas y que la pandemia ha perjudicado a miles de ellas, especialmente, como en todos los otros sectores, a las más débiles, que son las vinculadas al ámbito del teatro, el cine y la música, sin olvidar, por ejemplo, las artes gráficas. Como el número de asalariados en el sector es mucho más bajo que el de la media general, es obvio que la precariedad ha dejado a miles de trabajadores culturales en la cuerda floja. No parece que la respuesta desde las instituciones -o al menos así lo denuncian los perjudicados- haya sido la adecuada”.

-¿Qué nos puede adelantar de Cuentos Ambulantes?
“Mi misión en estas jornadas -la única que sabría hacer- es la de reflexionar sobre la relación entre la cultura y eso que llamaré ética terrestre, relación muy erosionada por la combinación revolucionaria de mercado y tecnología. Creo que la mejor manera de acercarse a este problema, como a casi todos, es a través del relato. Así que este sábado mi voz acompañará a los participantes en un paseo por el Parque de la Granja, durante el cual podrán escuchar cinco cuentos que, de un modo u otro, abordan los ejes de la tierra perdida: el amor frente a la inmortalidad, el cuerpo frente a la velocidad, la fragilidad frente a la ausencia de límites”.

-¿En qué proyectos trabaja en la actualidad Santiago Alba Rico?
“Estoy tratando de hacer la transición, siempre dolorosa, entre mi último libro, de reciente aparición, y uno nuevo, lejos de la actualidad, que va cobrando forma lentamente”.

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