Fue construido para un plazo de tres años, con el fin de aliviar la grave carencia de plazas escolares en el sur de Tenerife a comienzos de siglo, y el próximo curso cumplirá 20. El IES Guaza, popularmente conocido como el instituto de los barracones, en Arona, único centro educativo construido íntegramente con módulos prefabricados que permanece abierto en la Isla, cerrará previsiblemente sus puertas el año que viene después de que la Consejería de Educación y la constructora, Proyecon Galicia S.A, alcanzaran un principio de acuerdo para finalizar la obra del nuevo centro de Cho-Parque La Reina, paralizada desde hace más de dos años tras pedir la empresa una modificación del proyecto y una revisión al alza del presupuesto.
El edificio debería haberse finalizado en enero de 2020 y actualmente se ha ejecutado poco más del 50% de la obra por la empresa adjudicataria, que ganó el concurso con una oferta económica un 31% inferior a la cantidad establecida en los pliegos (5.885.885 euros frente a los 8.567.375 euros, sin IGIC, que figuraban en las bases del concurso).
La diputada socialista Yolanda Mendoza manifestó ayer a este periódico que las negociaciones mantenidas en los últimos meses entre los técnicos de la Consejería y de la empresa “han llegado a buen puerto”. La parlamentaria aronera, que lleva años denunciando la precaria situación de los alumnos del IES Guaza, señaló que ya hay “vía libre” para que a partir de septiembre se incremente el ritmo de los trabajos, después de que ambas partes hayan acordado la modificación parcial del proyecto. Una de las portavoces de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos confirmó a este periódico que en los últimos días se ve “algo más de movimiento” en la obra.
La diputada explicó que la ley permite dos modificaciones contractuales de hasta un 10% del presupuesto. “No se puede variar más de un 20% y tiene que hacerse por separado”, señaló Mendoza, que subrayó la “buena predisposición” de las partes para cerrar un acuerdo y agradeció especialmente la “gran calidad humana” del equipo directivo del IES Guaza.
El estado de las instalaciones del instituto, construido a base de módulos prefabricados, ha generado numerosas protestas y movilizaciones en los últimos años por parte de alumnos, padres, madres y profesores, hartos de los “barracones tercermundistas” y, sobre todo, de promesas incumplidas. El suelo se mueve al caminar, las paredes vibran, el agua de la lluvia se filtra a las aulas y obliga a suspender las clases, las tuberías de los baños se revientan, se han caído lámparas y cuando sopla el viento con fuerza las chapas de los techos han llegado a despegarse, con el consiguiente riesgo para la integridad de alumnos, profesores y empleados.
Ese es el panorama que describen los estudiantes que acuden diariamente a formarse dentro de las aulas-contenedores y que en la mayoría de días respiran a golpe de aire acondicionado en clase y soportan el sol y un calor sofocante en las zonas comunes. “Cuando hace calor es un invernadero y cuando hace frío es un congelador”, resumió una profesora.
Los representantes de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos han expresado su hartazgo en reiteradas ocasiones y a finales del pasado curso trasladaron su queja al diputado del Común. Llevan más de 10 años de lucha y han confesado que se sienten “desamparados, impotentes y abandonados” por el retraso la obra del nuevo instituto que debe sustituir al edificio de chapas.
Madres y padres están “cansados de excusas” y de que “se pasen la pelota unos a otros”. Una portavoz del AMPA manifestó ayer a DIARIO DE AVISOS que “se está jugando con la vida de nuestros hijos, el curso pasado se cayó una lámpara que menos mal que no cogió a ningún niño; ¿a qué estamos esperando, a que haya un accidente?”.
Profesores, alumnos, madres y padres saben que el curso 2021-2022 seguirán en las viejas instalaciones, con el agravante de que el número de estudiantes se incrementará hasta los 600 (el doble de la capacidad establecida en 2002 cuando abrió sus puertas), al incorporarse el primer curso de bachiller, lo que obliga a establecer turno de mañana para primero y segundo de Secundaria, y de tarde para tercero y cuarto, además del mencionado bachiller, “cuando solo hay dos baños!”, denuncia el AMPA.
El presidente del Gobierno, Ángel Víctor Torres, visitó la obra el 27 de diciembre de 2019, acompañado por el alcalde de Arona, José Julián Mena. Frente a un edificio sin obreros ni máquinas (la obra ya estaba parada) el jefe del Ejecutivo se mostró entonces favorable a llegar a un “acuerdo amistoso” con la constructora para que se retomaran las obras y pudieran terminarse “dentro del año 2020”, aunque también advirtió a la empresa de que, en caso de no alcanzarse ese acuerdo, se tomarían las “decisiones oportunas”. Padres y madres le pidieron durante la visita la “máxima agilidad administrativa” para desbloquear la situación.
parlamento
La situación del IES Guaza y de las obras del nuevo centro de Cho- Parque La Reina también han sido objeto de debate en el Parlamento de Canarias, donde la consejera de Educación, Manuela Armas, reconocía a finales de mayo que se le había enviado a la empresa el “último modificado” y advirtió de que “de no obtener el visto bueno tendremos que sacarla a licitación y los plazos se van a alargar mucho más”. Armas confesó ante la Cámara que el IES Guaza ocupa el primer lugar en la lista de preocupaciones de su departamento.
En dicha sesión parlamentaria, la diputada socialista Yolanda Mendoza, manifestó que “la pobreza de la infraestructura educativa que presenta Guaza responde a la dejadez y desidia que durante muchísimos años ha venido sufriendo el sur de Tenerife”, mientras que Rosa Dávila (CC) reprochó a la consejera su “falta de información” con las familias y la invitó a visitar los barracones, donde “las condiciones son inhumanas”, dijo.
Por su parte, Luz Reverón (PP) hizo un “ruego” a Manuela Armas: “Me gustaría que vaya a ver al alumnado, les mire a la cara y les diga cuándo por fin van a tener ese nuevo centro”. Vidina Espino (Cs) se refirió a la situación de “insostenible”, aunque recordó que no se trata de un hecho aislado en el Archipiélago. Francisco Déniz (Podemos) reprochó a CC su “falta de autocrítica” al recordar que el instituto lleva 20 años abierto. “Estamos ante una situación de franca irresponsabilidad por parte de la empresa y de quienes gobernaban, licitaron y permitieron este desaguisado”.
Desde Nueva Canarias, Carmen Hernández señaló que “la ley debería promover o facilitar acciones para evitar que por el interés del empresario, por mucho que haya ganado un concurso, se esté lesionando los intereses de cientos de alumnos y sus familias”, y Melodie Mendoza (ASG) expresó su “preocupación” y deseó que las obras “se reanuden cuanto antes y las demandas de la comunidad educativa sean una realidad a corto plazo”.
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