granadilla de abona

Los Llanos de Ifara, la última joya arqueológica aborigen

El espacio de Granadilla, que acaba de ser declarado Bien de Interés Cultural, cuenta con 24 yacimientos y 38 grabados rupestres; el alcalde reclama un “gran centro de investigación”
Los expertos definen Los Llanos de Ifara como un lugar “muy representativo” del poblamiento y de la organización socioeconómica aborigen en el Sur. DA
Los expertos definen Los Llanos de Ifara como un lugar “muy representativo” del poblamiento y de la organización socioeconómica aborigen en el Sur. DA

La zona arqueológica de Los Llanos de Ifara, en el municipio de Granadilla de Abona, declarada el pasado 28 de octubre Bien de Interés Cultural (BIC), es uno de los lugares de alto valor arqueológico aborigen en el Archipiélago, con un total de 24 yacimientos identificados, de carácter habitacional y pastoril, que incluyen hasta 38 grabados rupestres.

El alcalde, José Domingo Regalado, manifestó a este periódico que “el primer paso a partir de ahora será articular los mecanismos para la conservación, investigación y difusión de nuestro pasado”, y recordó que “gracias a los restos existentes podemos conocer la vida cotidiana, la alimentación y las creencias de los primeros habitantes de Tenerife”.

El regidor reivindica que la zona arqueológica de Los Llanos de Ifara se convierta en un gran centro de investigación y de difusión de la cultura aborigen. “Tenerife necesita crear parques arqueológicos como los de Belmaco y El Tendal, en La Palma, y Los Llanos de Ifara reúne los requisitos para convertirse en una gran oportunidad para el conocimiento”, señaló.

El acuerdo adoptado por el Gobierno de Canarias reconoce hasta cinco categorías básicas: cabañas, cuevas sepulcrales, material arqueológico en la superficie, manifestaciones rupestres y fondos de cabaña. En su conjunto, visto como un espacio arqueológico, los expertos lo definen como un lugar “muy representativo” del poblamiento en superficie y de organización socioeconómica característicos del sur de Tenerife.

En la zona se han localizado hasta 38 grabados rupestres. DA

Los espacios de hábitat (cabañas y fondos de cabaña) y el material arqueológico disperso forman parte de los yacimientos relacionados con la producción económica, mientras que las cuevas sepulcrales y las estaciones de manifestaciones rupestres se asocian con los yacimientos de ámbito sociocultural.

En la decisión del Ejecutivo regional también se ha valorado la existencia de un conjunto de cuevas artificiales abiertas en la ladera suroeste de la Montaña de los Riscos -con abundante material arqueológico disperso-, un complejo de cabañas de piedra junto a la estación rupestre, diversas estructuras aisladas y cuevas con muros exteriores.

En la zona norte de Los Llanos de Ifara se ha localizado un conjunto rupestre integrado por cazoletas y canales labrados sobre pumitas (piedras grisáceas muy porosas creadas por la espuma de la lava). También destacan por su interés etnográfico varias cuevas artificiales excavadas en los depósitos de tobas (piedra ligera que se forma por cal disuelta en agua o por acumulación de cenizas volcánicas), ocupados en la época de explotación tomatera hasta las últimas décadas del siglo pasado. En algunos casos, se trata de construcciones enterradas que incluyen era y aljibe.

La declaración de Bien de Interés Cultural obedece a la necesidad de establecer un ámbito de protección que garantice la conservación de los yacimientos arqueológicos y los elementos de interés etnográfico que albergan, informa el Gobierno de Canarias.

Al tratarse de enclaves rupestres con una adscripción cronológica que arranca desde el período prehistórico hasta fechas posteriores a la conquista de la Isla, resulta “esencial” mantener intacto el entorno natural de los yacimientos, “no solo para lograr una percepción visual, sino para conservar el ambiente físico-natural en cuyo contexto se ocupó el territorio”, indica el Ejecutivo regional.

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