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El árbol más viejo de la Unión Europea está en Tenerife

El acceso a estas poblaciones de Juniperus cedrus, especie nativa de Canarias, es bastante difícil
El árbol más viejo de la Unión Europea está en Tenerife

El árbol más antiguo de la Unión Europea se encuentra en el Parque Nacional del Teide, en Tenerife, según el estudio de un grupo de investigadores del Instituto Universitario de Gestión Forestal Sostenible de la Universidad de Valladolid (iuFOR), la Universidad Rey Juan Carlos y el propio Parque Nacional del Teide, publicado en la prestigiosa revista científica Ecology de la Ecological Society of America.

Un un cedro canario (Juniperus cedrus) es el árbol más viejo de la Unión Europea. A este ejemplar se le ha aplicado la técnica de radiocarbono, y de la misma ha resultado que tiene 1.483 años de edad, de modo que es cuatrocientos años más viejo que el árbol que hasta ahora se consideraba como el más antiguo, un pino en Grecia apodado popularmente como Adonis.

El acceso a estas poblaciones de Juniperus cedrus, especie nativa de Canarias, es bastante difícil ya que viven encaramados a roquedos de roca volcánica sólo accesibles con técnicas avanzadas de escalada. Un reto que los científicos superaron gracias a la colaboración de escaladores locales, expertos en trabajos de conservación en zonas acantiladas y coautores del trabajo.

El árbol más viejo y de difícil acceso

Los investigadores comprobaron, tras realizar la datación por radiocarbono, que varios de los ejemplares estudiados sobrepasaban los mil años, y que incluso uno de ellos tenía 1.483 años de edad, lo que lo convierte en el árbol más viejo datado hasta la fecha de la Unión Europea. “Varios de los árboles que hemos encontrado sobrepasan holgadamente los mil años, y solo hemos mirado una pequeña parte de lo que hay, lo que nos hace pensar que apenas estamos arañando la superficie de lo que podría ser uno de los reductos más importantes de árboles viejos del planeta”, apuntaba Gabriel Sangüesa Barreda, investigador Juan de la Cierva en el Campus de la Universidad de Valladolid en Soria y primer autor del trabajo.

Estos árboles ancianos han sido capaces de superar cinco erupciones volcánicas en los últimos 500 años, continuas caídas de rocas, y desarrollarse en un clima árido y frío, sin apenas suelo. En este sentido, “los árboles prosperan mucho mejor en el llano, pero para persistir han tenido que refugiarse en los cortados, ya que la acción del hombre ha sido mucho más devastadora que los volcanes”, afirmaba José Miguel Olano, también investigador de la Universidad de Valladolid en Soria y coautor del trabajo.

Estos árboles no son solo viejos, sino que, además, junto a las medidas de conservación y protección derivadas de la creación del Parque Nacional, están recolonizando los llanos de los que fueron expulsados.

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