cultura

Lang Lang invoca el genio de Bach en un concierto memorable en el Auditorio de Tenerife

El pianista chino protagoniza una de las citas más relevantes del FIMC con las ‘Variaciones Goldberg’ y el ‘Arabesco’ de Schumann
Lang Lang actuó anoche en el Auditorio de Tenerife y celebró con el público el Año Nuevo chino. / Fran Pallero

Mientras en el exterior del Auditorio de Tenerife prevalecía la calima junto al frío y eran visibles las huellas de la grabación de la serie de Apple TV, en el interior reinaba la atención por sentir la pasión y el virtuosismo del pianista chino Lang Lang, una de las estrellas más relucientes del amplio firmamento con el que el FIMC ha diseñado su 38ª edición.

Asistíamos a la gala de máxima expectación, que anunció con muchas fechas de antelación el aforo completo, contemplando las limitaciones imperantes como medidas de prevención ante la COVID. La respuesta ante el clima generado no se hizo esperar, pues Lang rompió las distancias y cautivó desde el primer momento con la interpretación de Arabesque Opus 18 de Robert Schumann. Lo hizo atento a la delicadeza de la pequeña pieza que culminó con el exquisito posludio, que anticipó la grandiosidad de las Variaciones Godlberg de Johann Sebastian Bach.

La agilidad y valentía de Lang Lang se impuso desde su firme deslizar por el teclado acometiendo la primera de las 30 variaciones que reúne la obra, de alta complejidad y exigencia. Las Variaciones, agrupadas y entrelazadas con precisión, fueron llenando el espacio, cautivando al público que supo contener el aliento para disfrutar de la exquisitez interpretativa, valorando la agilidad y la atmósfera que el intérprete fue creando con la agilidad y dando contenido a las pausas, atento al brío y recreando el mensaje de Bach en la obra que compuso y estrenó el Leipzig.

El intenso trabajo desplegado por Lang Lang confirmó su alto prestigio, el valor que atesora y que cabe decir que va mucho más allá de las referencias mediáticas, en las que ha confirmado su prestigio avalando su carácter cercano, su entrega generosa y su preocupación por la formación de jóvenes en la música, como vino a demostrar el pasado jueves en la charla que ofreció en Las Palmas a los estudiantes del Conservatorio Profesional de Música de Canarias, entre los que se encontraba un nutrido grupo de Tenerife con la profesora Esther Ropón, instándoles a consolidar su personalidad y a trabajar sin miedo, manteniendo viva la luz interior.

Al término de la entrega sin límites que el pianista hizo de las Variaciones Goldberg, el público, mayoritariamente puesto en pie, respondió con una de las ovaciones más intensas que recordamos en el transcurso de los conciertos celebrados en el Auditorio. Lang Lang, claramente emocionado, tras salir en varias ocasiones para responder a las muestras de admiración, quiso corresponder, señalando que su país natal inicia el próximo martes el Año Nuevo, año del Tigre, que deja atrás al del Buey, y ofreció, de nuevo magistralmente, la melodía popular china Jasmine Flower, con el que se celebra el nuevo calendario en la llamada Fiesta de la Primavera.

Lang Lang deja un inolvidable recuerdo de su pulcritud en la ejecución, de su agilidad, del envidiable dominio de las obras, así como de su valentía para recrear los temas que interpreta. El recital, de casi dos horas de duración ininterrumpida, es una clara muestra del resultado que corresponde a su sólido trabajo y experiencia.

La escala en Canarias, con los conciertos ofrecidos en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, han permitido al pianista y a su familia disfrutar de un periodo de descanso. Ayer celebraban en Tenerife el primer cumpleaños de su hijo Winston y han decidido permanecer una semana entre nosotros antes de reemprender la gira que le llevara en la segunda quincena de febrero a Corea y que seguirá con una amplia serie de conciertos por EE.UU., Canadá, Suecia, Francia, España…

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