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Los números y el 64

El lenguaje de los números ofrece infinidad de construcciones, que permiten conocer la naturaleza de las cosas y sus cualidades. Un mundo inabarcable que nos ofrece el universo de los números complejos, que pueden ser reales e imaginarios”. Los reales son racionales e irracionales. Los primeros, enteros y fraccionarios y los segundos, algebraicos y trascendentes. Los enteros se dividen en naturales y negativos y los fraccionarios, en exactos y periódicos. Continúan los naturales con los compuestos y los primos, verdadero esqueleto de los enteros naturales, al estar formados por los que solo son divisibles por sí mismos y la unidad, conjunto infinito sin regla que los identifique. Nos detendremos en cuatro números estrella. El fi el e y el π irracionales trascendentes y el imaginario i, ²√-1. Los tres primeros irracionales porque no son expresables mediante la razón de números enteros, sus decimales siempre distintos , infinitos y sin reglas. El número fi, 1,6180…., el número de oro,de la divina proporción, habita un territorio de relaciones y propiedades conectadas con la naturaleza y las creaciones humanas, con inagotable capacidad de generar belleza y propiedades. La arquitectura la ha incorporado desde las pirámides al racionalismo, en la Grecia clásica y el Renacimiento, en las series de Fibonacci. El diseño actual lo incorpora en las series DIN, televisores, folios, tarjetas. La geometria de los polígonos, estrellas, pentágonos, poliedros, fractales… El número e, 2,7182…., número de Euler o constante de Napier, el descubridor de los logaritmos. Se expresa este irracional trascendente como un límite. Con aplicaciones en el campo diferencial. La bella fórmula de Euler, relaciona 5 de los números más relevantes. El número π, 3,1415…. conocido de antiguo como relación entre el círculo y su diámetro. Ligado a la controversia de la cuadratura del círculo, que se demuestra sin solución al ser irracional trascendente, El número i ²√-1 , que es imaginario, se escapa del mundo de los números reales. Aparece ligado al mundo de la electricidad, mecánica cuántica y matemáticas. Se representa como vectores de plano, ampliando las fronteras del mundo real. Encontramos en el 64, un tesoro de construcciones numerológicas. El Yi Ching, Libro de las Mutaciones, sapiencial y oracular, monta una cosmogonía de 8 trigramas que soportan 64 hexagramas, referidos a familia, naturaleza, carácter y sociabilidad, construyen 512 personalidades. Libro milenario chino influido por el taoismo y el confucionismo. El 64 soporta el tablero del ajedrez, de origen indio. Dos ejércitos de 16 piezas, blancas y negras, ocupan 32 casillas dejando las otras 32 libres, 64, como en el ying y el yang. La guerra como simulación de la vida. El número 64, en las claves de la genética. Las bases del ADN conforman la estructura y nucleótidos que transportan la información genética. Un alfabeto de 4 letras (A,C,G,T), adenina, citosina, guanina y timina, producen los 20 aminoácidos de la vida. Las 4 bases permiten 64 combinaciones de tres letras del ADN, tripletes, los cuales especifican más de uno de los 20 aminoácidos. Fórmula redundante con codones o tripletes múltiples resistentes a las mutaciones, a los errores que podrían comprometer la vida. Variaciones equilibradas y suficientes para mantener la evolución. El número 64, puede ser producido en un círculo de forma sencilla con escuadra y cartabón, 30º, 45º,60º. En directo lo divide en 16, girándolo en 32 y nuevamente en 64. Infinidad de construcciones y diseños se soportan en su geometría. Las plazas de toros del mundo se dividen en 32 sectores, como la de Tenerife, las mayores ,en 64, como Las Ventas y México. Múltiples logos, imágenes y trazados, en la geometria del 8, comparten la lógica del 64, 2, 4, 8,16, 32, 64.

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