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La mayor multa de la DGT conocida: 6.000 euros por llevar este dispositivo apagado en el coche

La Dirección General de Tráfico sancionará a todos los conductores que intenten eludir la acción de los cinemómetros con un inhibidor o detector de radar, aunque los tengan apagados

Intentar engañar a la Dirección General de Tráfico (DGT) no es nada fácil, ni tampoco recomendable dadas las consecuencias económicas que puede acarrear. Tampoco lo es para la propia seguridad del conductor y del resto de usuarios de la vía, ciertos actos pueden acabar en catástrofes si no se circula con precaución. Para evitar que esto ocurra, la última reforma de la Ley de Tráfico ha incorporado cambios en las sanciones a los conductores que instalen inhibidores de radares6.000 euros de multa y 6 puntos del carnet aunque el dispositivo esté desactivado.

Exceder el límite de velocidad en carretera es un acto muy peligroso y los conductores que intenten evitar ser pillados, estarán cometiendo una infracción muy grave. Para aquellas personas que lleven instalado en su vehículo un detector o inhibidor de radares, siendo dispositivos ilegales, podrán llevarse un buen susto.

Ambos elementos tienen diferencias entre si, principalmente económicas. El detector de radar es un dispositivo que rastrea y localiza los radares próximos y está sancionado con 200 euros y la retracción de tres puntos. El inhibidor sin embargo, emplea una tecnología para anular la señal que emite el radar. En este caso se sancionará con 6.000 euros y seis puntos del carnet.

La pregunta es ¿pueden multar sólo por llevarlo en el vehículo? La sanción, según la última normativa actualizada de la DGT, se impone simplemente por portar en el vehículo un inhibidor de radares, aunque no se esté utilizando o no se vaya a utilizar. El motivo de la sanción es que es susceptible de utilización si lo llevas en el coche. 

El uso tanto de los inhibidores como los detectores de radar está considerado infracciones muy graves y su uso está totalmente prohibido estén encendidos o apagados. El simple hecho de tenerlos instalados ya acarrea cuantiosas multas. Los más perjudicados en este asunto son los talleres que se dedican a su instalación, con una multa de 3.000 euros a 20.000 euros.

Otra cosa totalmente distinta es el uso de los avisadores de radar, completamente legales. Es el dispositivo más usado entre los conductores. Son los navegadores que usan una base de datos con la situación de los radares fijos, como por ejemplo Google Maps.

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