Durante casi dos horas el Buque de Acción Marítima (BAM) Rayo acompañó ayer al Juan Sebastián Elcano en su paso por Santa Cruz de Tenerife. El buque-escuela de la Armada española navegó frente a la costa chicharrera en el marco del quinto centenario de la primera vuelta al mundo que inició Fernando de Magallanes en 1519, con 5 barcos y más de 300 hombres, y finalizó Juan Sebastián Elcano tres años después, con 1 solo barco y 18 marineros, una travesía en la que el Puerto chicharrero se convirtió en su primera escala. Elcano recibió los honores del BAM Rayo, en el que el Almirante Comandante del Mando Naval de Canarias, José Lago Ochoa, junto al resto de autoridades civiles y militares invitadas, navegó hasta ponerse junto al navío para acompañarlo durante esas dos horas. Ochoa dio la bienvenida al barco a los asistentes recordando que la hazaña protagonizada por España hace 500 años, si se trasladase a la actualidad, “sería como ir más allá de Marte”.
El almirante comandante del Mando Naval en Canarias explicó que el Juan Sebastián Elcano tenía previsto atracar en el puerto de Santa Cruz de Tenerife el año pasado, en el transcurso de la celebración de ese quinto centenario, pero que la pandemia lo impidió. “Este año no se ha podido ajustar la programación para que atracara en Santa Cruz, pero no hemos querido dejarlo pasar de largo y por eso queríamos hacerle este homenaje”, apuntó.
El presidente de la Tertulia Amigos del 25 de Julios, Luis García Rebollo, fue el encargado de poner en situación a los asistentes sobre la importancia del hito conseguido por Magallanes-Elcano. García Rebollo ofreció una conferencia en la que apuntó que, según las fuentes documentales, algunas descubiertas recientemente, la Armada del Maluco, como se conocía la flota con la que Magallanes salió de Sevilla el 10 de agosto de 1519, llegó a Santa Cruz sobre el 26 de septiembre de ese mismo año. Allí permaneció fondeada hasta el día 29, para, el día 30 levar anclas y moverse hasta Montaña Roja, en Granadilla, donde permanecería hasta el 2 de octubre. El paso de Juan Sebastián Elcano por Santa Cruz por tanto es un tributo a ese primer puerto de escala de la expedición de Magallanes antes de cruzar el Atlántico.
Una vez que el Rayo llegó junto al buque-escuela, se pudo comprobar como una zodiac llevó hasta el barco un suministro vital para la tripulación del buque-escuela: bolsas de sangre para la realización de transfusiones por si los marineros lo necesitaran en los meses de travesía que aún les queda por delante.
Los marineros del Juan Sebastián Elcano saludaron desde la cubierta a los pasajeros del Rayo, y procedieron al despliegue de velas ante la atenta mirada de la veintena de invitados, entre los que se encontraba el consejero de Justicia y Seguridad, Julio Pérez, el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos González, el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, o el concejal de Obras de Santa Cruz , Dámaso Arteaga, en representación del Ayuntamiento de Santa Cruz. Este último quiso destaca la importancia de un acto conmemorativo como el celebrado ayer, en el que se puso de manifiesto del protagonismo de Santa Cruz en el hito histórico de la primera vuelta al mundo, no solo como punto de avituallamiento sino también “como punto de situarse en el mapa recalibrando sus instrumentos en el meridiano de Tenerife como se le conocía entonces, antes de iniciar su travesía para cruzar el Atlántico”.
Arteaga recordó que Santa Cruz forma parte de las Ciudades Magallánicas y que como tal está participando en todos los actos que, con motivo del quinto centenario de esta vuelta al mundo se están celebrando. El edil avanzó que será en julio cuando se instale “un elemento que permita recordar la importancia de Santa Cruz en el viaje de Magallanes-Elcano, en el que ese meridiano de Santa Cruz ayudó a llevar a cabo”.
El proyecto de Magallanes, en un principio, consistía en poder llegar a las islas Molucas por Occidente, en vez de por Oriente, y así abrir un nuevo paso a las islas de las especias. Este proyecto fue aceptad o por la Corona de Castilla y a tal efecto, el 22 de marzo de 1518, se firmaron en Valladolid unas capitulaciones para la expedición, en las cuales se le otorgaba a Magallanes el título de gobernador y adelantado de todas las tierras que “descubriese”.
La expedición Magallanes-Elcano está considerada como una de las gestas navales más importantes de la historia de la humanidad, siendo el punto de partida de la época de exploración del Pacífico y en la que los integrantes de la expedición mostraron un gran arrojo que sorprendió al mundo.
Asimismo, este hecho también está considerado como un punto de inflexión en el rumbo de la humanidad que, al demostrar la navegabilidad al orbe terrestre, abrió un medio de interconexión libre entre las diversas regiones del mundo, lanzando así la primera globalización de la humanidad.
Con este viaje de instrucción del Juan Sebastián Elcano, 500 años después, la Armada busca honrar a sus marinos conmemorando la gesta naval y poniendo en valor la contribución española a la navegación y la exploración. El barco inició el XCIV Crucero de Instrucción partiendo de Cádiz el 12 de febrero y, hasta su paso por Tenerife, visitó los puertos de Atenas (Grecia), Civitavecchia (Italia) y Barcelona. Tras su paso por Tenerife, tiene previsto visitar los puertos de Praia (Cabo Verde), San Juan (Puerto Rico), La Habana (Cuba), Miami (EE.UU.), Santander, Saint Malo (Francia) y La Coruña, finalizando el viaje en Marín y Cádiz.
El “viaje a Marte” de Magallanes-Elcano
El buque-escuela de la Armada española Juan Sebastián Elcano navega frente a la costa de Santa Cruz en el marco de los actos del 500 aniversario de la primera vuelta al mundo en la que Tenerife fue la primera escala de un viaje que cambió la historia de la humanidad