En España te puede embargar cualquiera: la Agencia Tributaria Española, la Agencia Tributaria Canaria, el Consorcio de Tributos de Tenerife, un Ayuntamiento, un juzgado y creo que hasta los cabildos; todo el mundo. Y quienes andan en negocios, aunque sean limpios, caminan siempre en la cuerda floja. Si te embargan preventivamente, es decir sin que se hayan sustanciado los procedimientos, te quedas con cara de idiota, porque no tienes defensa. ¿Qué pasa si finalmente ganas? Al ritmo que marchan estos sumarios y expedientes te devuelven lo embargado a los tres, cuatro o cinco años. Hay gente que lleva diez años con las cuentas embargadas, sin que se haya decidido, por parte de los tribunales, si esas fianzas deben ser devueltas o no. La gente se muere antes de saberlo. Por eso no me extraña nada que el comisionista -no es culpable, sino que se le debe otorgar la presunción de inocencia- acusado de estafar con las mascarillas chinas al Ayuntamiento de Madrid, Luis Medina, haya invertido el dinero de sus cuentas corrientes y haya dejado en ellas, como recochineo, la módica cantidad de 250 euros. El juzgado iba a meter mano a esas cuentas y lo que sí ha podido trincarle ha sido un velero, valorado en unos 300.000 euros, aunque dada la escasa credibilidad de las informaciones periodísticas al uso, puede que le haya costado 10.000. A mí el barco me parece una mierda. En el lejano Oeste primero disparaban y después preguntaban; en el ordenamiento español en general, primero te embargan, a criterio discrecional de las administraciones, y luego te lo devuelven, en su caso. Estás indefenso; y no lo digo por el tal Medina, sino en general. Por cierto, cuando embargan vehículos y barcos, como no tienen quiénes los cuiden y los mantengan, ni dónde meterlos, casi siempre te los devuelven hechos una mierda y tienes que iniciar otro procedimiento para que los reparen. Un desastre.
Como en el lejano Oeste
En España te puede embargar cualquiera: la Agencia Tributaria Española, la Agencia Tributaria Canaria, el Consorcio de Tributos de Tenerife, un Ayuntamiento, un juzgado y creo que hasta los cabildos; todo el mundo