obituario

Ángel Ferrera, un liberal

Ángel Ferrera Martínez era amigo de Joaquín Garrigues Walker. No sé si se afilió alguna vez al Partido Liberal, pero tampoco le hacía falta. Nadie diría que nació en Avilés, porque fue tanto lo que luchó por Canarias que era impensable que no hubiera visto la luz aquí. Fue de todo, incluso presidente de Unelco, y vendió más coches que nadie desde la presidencia de Toyota. Los japoneses lo adoraban; a cada momento se iba a Japón, invitado por los altos cargos de la marca. Era un hombre cordial y comprensivo y un experto economista, licenciado por la Complutense y graduado en el IESE. En Unelco estuvo diez años, en épocas difíciles, como el asunto de Vilaflor. Ahí lo dio todo, pero los falsos ecologistas le ganaron la partida y quedó para la historia el tremendo pastiche –palabra tan usada por César Manrique- de las torres de la autopista del sur. Ferrera contribuyó al progreso económico y fiscal de Canarias y protestó muchas veces porque el Gobierno español no respetara nuestros derechos. Nunca lo hace. Pasa siempre, a veces no bastan las palabras de protesta sino que hay que pasar a la acción. Que se lo pregunten, si no, a los catalanes. Ferrera a veces superó los límites de la paciencia y se mantuvo a la vanguardia de la protesta empresarial. Pero si yo destaco una gran cualidad suya sería la prudencia. La prudencia y la firmeza de los parámetros económicos que convenían a Canarias. Fundó un banco, el de las Islas Canarias, que finalmente quedó en proyecto a medias porque duró poco, y fue un hombre influyente a la hora del diseño de nuestra integración en Europa. También dio ideas para el Régimen Económico y Fiscal de Canarias. Lo fue todo en el empresariado y ha muerto cuando no le tocaba. No había cumplido 80 años y merecía más tiempo para seguir luchando por su tierra, que era esta. Descanse en paz.

TE PUEDE INTERESAR