Los grandes espectáculos, los conciertos y los macroconciertos se complican. Parece ser que los fotoperiodistas, para hacer su trabajo profesional en esas convocatorias, tienen que aceptar por escrito las condiciones que les imponen sobre los minutos que pueden estar tomando imágenes de los artistas, lugar donde deben situarse, y otros requerimientos.
La Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) ha denunciado la censura previa y los abusos que conocidas figuras de la canción y sus representantes imponen a los fotoperiodistas para hacer su trabajo en los conciertos. Ahora que proliferan los conciertos, que se reanudan los circuitos y que se prolongan las jiras de los artistas, pudiera no tratarse de un asunto menor.
Estas prácticas no son nuevas, pero cada vez son más frecuentes incluso por parte de artistas que no son precisamente de reconocido prestigio internacional. Es como si se llevaran los derechos de imagen a sus últimos extremos.
El caso es que a esas condiciones, que siempre han aceptado, se añade que, en muchos casos, les obligan a enviar las fotografías a los representantes del artista para que les digan cuáles pueden publicar y cuáles no. Esta exigencia es considerada por los sindicatos periodísticos federados denunciantes un chantaje, porque si no la aceptan no les acreditan para cubrir informativamente el acto.
Para la FeSP se trata de una intolerable censura previa, y constituye una flagrante vulneración de los derechos de autoría de los fotoperiodistas, además de un ataque al derecho a la información de la ciudadanía. De ahí que reclame una respuesta decidida de los medios de comunicación en defensa de sus profesionales y les emplace a buscar soluciones, junto con fotoperiodistas y asociaciones empresariales del sector, para erradicar estas prácticas abusivas, antiinformativas y que vulneran derechos fundamentales. Estas prácticas también existen en otros países, como han constatado la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y la Federación Europea de Periodistas (FEP), de las que forma parte la FeSP.
La FeSP sostiene que he llegado la hora de actuar de manera colectiva o conjunta con tal de erradicar una conducta que perjudica directamente a los fotoperiodistas y daña la propia calidad de la información. ¿Qué hacer para garantizar la cobertura del evento? Hasta ahora, muchos medios de comunicación han venido aceptando las imágenes que les envían gratuitamente artistas, partidos políticos, clubes deportivos u otras organizaciones, porque ahorran dinero y por otros intereses no informativos. Esos medios deben acabar con estas prácticas, porque perjudican el producto que ofrecen a la ciudadanía, y defender el trabajo de sus profesionales. Otros tiran de imaginación, como el diario Le Soleil, de Quebec (Canadá), que se negó a firmar un contrato que restringía derechos de su fotógrafo para cubrir un concierto de la banda de rock americana Foo Figthers y envió a un dibujante. Otros medios también se han negado en alguna ocasión a aceptar las condiciones que les imponían, pero han sido excepciones.