María y todo Campos del Río están de luto oficial por la muerte de la perrita Lola. Tan inusual medida ha sido adoptada por el Ayuntamiento de esta localidad murciana de 2.061 habitantes, debido a que el can perdió la vida tras ser pateado supuestamente por un vecino porque orinó en la fachada de su casa. “Le seccionó la médula espinal de una patada“, tal y como subraya María, en conversación con EL ESPAÑOL, a la salida del cuartel de la Guardia Civil donde ha denunciado este terrible caso de maltrato animal.
El supuesto autor de la muerte de Lola se llama Daniel: es un vecino de Campos del Río al que la Benemérita tuvo que escoltar hasta su casa, debido a que decenas de personas se concentraron en la zona para denunciar la agresión mortal que la perrita sufrió este martes. Los asistentes a la protesta iban provistos de pancartas, con mensajes de repulsa, y cuando vieron al presunto agresor, comenzaron a zarandearlo, al grito de “¡asesino!”, mientras unos agentes evitaban que la turba vecinal golpease al denunciado, introduciéndole a trompicones en su domicilio.
“No conocía de nada a ese hombre“, remarca desolada María Martínez, auxiliar de enfermería en el Hospital Morales Meseguer de Murcia. “Mi perra Lola era mi compañera desde hace trece años: era buenísima, muy celosa de mí, le encantaba que la acurrucase, y siempre la llevaba conmigo a todas las rutas de senderismo que suelo hacer”.
María y su perrita Lola, una simpática mil razas, con sus características manchas de color crema sobre su pelaje blanco, siempre iban juntas: unas veces por el pantano de Campos del Río, otras por El Garruchal… Este martes, a las 8.50 horas, como cada mañana, María sacó a su mascota a dar su paseo matutino para que hiciese sus necesidades, sin poder imaginar que un simple pipi le costaría la vida al can en la confluencia de la calle Delicias con Miguel Hernández.
“La verdad es que llevaba suelta a Lola porque íbamos de camino a la Vía Verde y hubo un momento en el que me quedé atrás para recoger sus excrementos“, según admite esta auxiliar de enfermería, de 50 años.