Las cúpulas antiaéreas son uno de los sistemas militares más importantes para la protección de los países. En la invasión de Ucrania están siendo esenciales para repeler ataques rusos derribando todo tipo de amenazas como drones, aeronaves e incluso misiles.
El Ejército de Tierra de España cuenta en su arsenal con el sistema estadounidense Patriot, pero con una versión un tanto anticuada que no se ajusta a las necesidades de protección actuales.
Para mejorar la protección nacional contra ataques aéreos, el Gobierno recoge en sus Presupuestos Generales una partida para la renovación de Patriot y la actualización a la última versión disponible en el mercado.
En total, se trata de 1.389 millones de euros en un programa que comenzará en 2023 con 140 millones y se extenderá hasta el 2028.
España tiene desplegada en Turquía una batería Patriot como parte del compromiso de la OTAN, mientras que las 2 restantes se encuentran en el Regimiento de Artillería Antiaérea 73 con base en Marines (Valencia). Todas ellas son de la versión Patriot 2+.
Se incorporaron al servicio español en 2004 y 2014 provenientes de excedentes del ejército alemán.