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En Tenerife hay más perros que niños: las mascotas duplican la cantidad de menores de 14 años

En Tenerife, donde existe una gran sensibilidad con los animales, hay el doble de mascotas que habitantes de cero a 14 años y más del triple de veterinarios que pediatras
más perros que niños
Foto: Sergio Méndez

En la isla de Tenerife hay un perro censado -no todos lo están- por cada niño de cero a 14 años, una tendencia que se da en todos los 31 municipios de la isla y que se acrecentó aún más tras la pandemia, no solo en el Archipiélago sino en todo el territorio nacional. En Canarias hay con microchips 592.322 perros (de los cuales 101.043 son de caza y 27.833 de razas potencialmente peligrosas); 234.338 lo están en Tenerife, que cuenta con 45.535 perros de caza y 11.986 (PPP). Todos estos perros tienen 141.082 propietarios en la isla, casi la misma cifra que niños hay en Tenerife. No es extraño, por tanto, que la provincia cuente con más veterinarios (588) que médicos pediatras (160), ahora que se debate la falta de especialistas y la conveniencia o no de ser sustituidos por galenos de medicina general, como de hecho ocurre ya.

Según el Colegio de Veterinarios, existen 166 establecimientos de esta especialidad en toda la provincia, siendo Santa Cruz de Tenerife el municipio donde se concentra el mayor número de ellos. El censo canino registrado en Zoocan en la provincia es de 296.656, “aunque el número no censados es difícil saberlo porque depende del lugar, posiblemente en Santa Cruz o La Laguna están identificados más del 80% de los perros, pero en otros sitios más rurales lo está solo el 50%”, recuerdan desde el colegio. Además, en esos sitios rurales es donde crece más la media, con un perro por cada dos habitantes, en concreto en Vilaflor, Arico, Arafo, Fasnia, El Rosario, El Tanque y Tegueste, sin contar los perros de caza.

A nivel nacional, según el INE habría 6.265.153 niños menores de 14 años en España mientras que el número de mascotas (perros, gatos y demás) registradas asciende a los 13 millones, de los cuales algo más de 7 millones son canes, según datos de la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC). Los datos no son al 100% completos puesto que no todos los dueños de animales registran a su perro con microchip -como es obligatorio- ni tampoco el total de las comunidades autónomas obligan a inscribir a los gatos. Otro estudio eleva la cifra a 28 millones de mascotas, donde 3.795.139 eran gatos y 6.733.097 perros y el resto peces, reptiles, pájaros y pequeños mamíferos como conejos o hurones.

más perros que niños
Censo de perros. DA

El resultado está claro, los hogares españoles tienen ya más animales que hijos. Este año, los nacimientos registraron la cifra más baja de las últimas ocho décadas. En la provincia tinerfeña, la media de fertilidad de una mujer en 1975 se situaba en 3,2 hijos, mientras que el año pasado esa cifra no llegó siquiera a un hijo por mujer (0,88), la segunda media más baja de Europa, todo lo contrario de lo que pasaba en Canarias en los años sesenta y setenta, donde tener una familia numerosa era lo habitual.

Entre los factores y razones de este desequilibrio no solo parece estar la falta de hijos en la generación de los nacidos entre 1980 y 2000 -ya sea por dificultades económicas, laborales o simplemente por un cambio de paradigma entre gran parte de este 25% de la población española-, sino también al envejecimiento de la población. Cada vez más personas viven solas y se acompañan de un amigo de cuatro patas para hacer frente a ese desamparo, como se ha demostrado durante la pandemia.

De acuerdo a una investigación de mercado realizada en los Estados Unidos, el 80% de los dueños de mascotas expresan que su compañía los hace sentir menos solos. Casi 9 de cada 10 (89%) personas que recibieron una mascota por culpa de la soledad reconocen que su animal de compañía los ha ayudado a sentirse menos solos. Una cuarta parte de los dueños de mascotas entrevistados afirmaron que habían adquirido un animal para mejorar su salud mental, mientras que los encuestados mayores de 55 años lo hacían con mayor frecuencia (55%).

Seres vivos y no cosas

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Un perro y su dueño. SERGIO MÉNDEZ

Este fenómeno está teniendo su reflejo también en el marco legal. El Congreso acordó el pasado mes de abril, con el apoyo de todos los grupos menos Vox, tomar en consideración una Proposición de Ley por la que los animales dejarán de ser considerados meras cosas y pasarán a ser reconocidos como seres sintientes en la legislación española, lo que permitirá a la justicia, entre otras cuestiones, determinar su régimen de custodia en procesos de divorcio o separación. Una norma que responde a la mayor sensibilidad que existe con los animales. Aunque esta circunstancia no ha hecho que se frene la cantidad de perros abandonados en los refugios del país. España sigue siendo uno de los primeros países en la lista de abandono de perros y gatos.

Aunque sea una población en alza la legislación sobre perros en Canarias está aún en pañales, a la espera de que se aprueba la ley de Bienestar Animal, así como la de Biodiversidad, en la que se tiene muy en cuenta los perros de caza. Es verdad que en los ayuntamientos han proliferado las ordenanzas sobre la tenencia de animales, pero sobre todo respecto a razas potencialmente peligrosas, la mayoría de los cuales no están censados, entre otras razones porque es obligatorio que los dueños de los perros pasen un examen psicológico. El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife considera al animal de compañía como “un ser que en el momento en el que se adopta debe ser un miembro más de la familia”. Cada mascota debe quedar “registrada en el censo e identificada con chip”. El dueño tiene sus “responsabilidades” y está prohibido cualquier tipo de agresión o maltrato, según señala la ordenanza.

La Ley de Protección de los Animales de Canarias y la de Animales Potencialmente Peligrosos establecen la obligación de identificar al animal de compañía y luego censarlo en el Ayuntamiento correspondiente.

Además, según destaca el Consejo de Veterinarios de Canarias, este microchip constituye “una herramienta fundamental para fomentar la propiedad responsable, asegurar un riguroso control sanitario y vigilar y controlar las posibles epidemias entre la población canina y felina”.

Toda esta conciencia sobre bienestar animal se ha visto presente en los últimos años con las instalaciones destinadas para el esparcimiento de las mascotas (básicamente perros), como han sido los parques urbanos o el acotamiento de zonas de playas, entre otras razones porque su número ya supera a los niños en la familia. Solo en la isla de Tenerife, llevándonos por el censo, hay dos perros por cada niño.

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