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Los islamistas quieren matar a Imane, la rapera musulmana que vive en España

“Tengo que estar avisando a la Policía constantemente cuando pasa algo para que vengan a vigilar la zona. Y todo por haber dicho que no me iba a poner más el velo"
Los islamistas quieren matar a Imane, la rapera musulmana que vive en España

Cada vez que la veían,
Se acercaban, le decían: el velo en tu país
Miradas que la despreciaban, les miraba, ojos que lloriqueban
Se aguantaba porque sabía que no era aceptada
Una vez pensó, si todos somos iguales
Por qué todavía hay gente con malos modales

A Imane todo el mundo la conoce como Miss Raisa. Es madre, rapera, feminista y musulmana. Canta, hace boxeo, juega al fútbol, participa en conferencias, estudia psicología y escribe libros. En España saltó a la fama tras su participación en el programa Got Talent donde, además de mostrar su pasión por el rap y el mundo del hip-hop, quiso poner en valor la importancia de la música como herramienta para expresar sentimientos y acabar con el odio y la discriminación. Por aquel entonces ya lo decía: “Los españoles me discriminan por ser musulmana y me dicen que me vaya a mi país y los musulmanes me dicen que soy una deshonra por cantar con hombres”, comentaba en el programa.

Desde su participación en televisión hasta el día de hoy, ha pasado más de un año. En este tiempo, la cantante ha logrado convertirse en todo un fenómeno en redes sociales tras alcanzar el medio millón de seguidores en Tik Tok. Sin embargo, lo que no ha cambiado en este tiempo, y continúa igual que aquel día que lo expresó delante de millones de espectadores, es la discriminación y el odio hacia su persona. De hecho, el hate hacia ella llegó hasta el punto de que, el pasado verano, la rapera se situó en el foco de la polémica tras declarar de forma pública su apoyo al colectivo LGTBI. Unas declaraciones que, a pesar de ser un grito a favor de la libertad, no sentaron nada bien al sector más “conservador y religioso” de la población.

Y aunque se esperaba una avalancha de críticas por sus palabras, lo que Imane no llegó a imaginarse nunca es que se vería obligada a solicitar protección policial tras recibir amenazas de muerte por parte de islamistas radicales. “Yo en ningún momento iba a denunciar, pero cuando salió un vídeo de un chico diciendo que me iba a decapitar, mis seguidores y mi familia me dijeron que tenía que denunciar porque eran amenazas muy graves. Me etiquetaba en los vídeos y me decía que, según Dios, era responsable de mí y que tenía derecho a ejecutarme. Lo hacían de manera pública porque eran firmes creyentes de que lo que estaban diciendo era lo correcto”, cuenta en conversación con EL ESPAÑOL.

Además de las constantes amenazas de muerte de forma pública en redes sociales, la rapera catalana tuvo que hacer frente también a ataques directos hacia su familia. “Otra cosa que hicieron fue hablar de la muerte de mi padre. Mi padre falleció de un cáncer pulmonar hace diez años y ver cómo se estaban mofando de su muerte fue lo peor que me ha pasado”, confiesa. Pero no fue lo único. Su hija menor de edad también se convirtió en otra de las víctimas del acoso al ser mostrada su imagen de manera pública y sin consentimiento y tener que ver cómo su madre era grabada a las puertas de su colegio de manera constante.

Tal y como cuenta la propia Imane, incluir a su familia en las amenazas fue lo que le hizo tomar la decisión. Cogió sus cosas decidida y marchó a comisaría, pero la respuesta que recibió por parte de los agentes tras explicarles lo ocurrido no fue la esperada. “Me dijeron que la denuncia no iba a llegar a ningún sitio y volví a mi casa un tanto rayada pensando que la Justicia no molaba nada”, explica. Sin embargo, en apenas un día y medio, y para su sorpresa, recibió la llamada que lo cambiaría todo. Los Mossos de Sabadell habían analizado el caso y querían reunirse con ella para tratar lo ocurrido.

“Allí estaba el inspector, el subinspector, el jefe de escolta y yo estaba flipando. Me dijeron que me iban a poner protección policial al lado de casa. Lo peligroso no era la persona que me amenazaba, sino que cualquier otra persona pudiera ejecutarlo de manera silenciosa”, explica. Y desde ese momento su vida dio un giro de 180º. Le prohibieron seguir la rutina del día a día y llevar a su hija al colegio por el mismo camino. “Tenía que ir por rutas diferentes o que la llevara mi pareja. Teníamos que hacer malabares”, confiesa.

Del mismo modo, le aconsejaron revisar de manera constante los espejos del coche, todos los reflejos con los que se encontrase y que de vez en cuando se parara en mitad de la calle para mirar hacia atrás y comprobar que nadie la seguía. “Era surrealista, como una película de James Bond. Nadie está preparado para esto”, añade. Los Mossos le ofrecieron contar con un escolta durante las 24 horas del día, pero Imane rechazó la propuesta por miedo a que su hija tuviera que ver cada día a un hombre vestido de traje vigilando minuto a minuto las puertas de su casa. “Recuerdo salir de la reunión con mi pareja y decirle: “Adri, vivo en una puta película””.

Todo ello lo recuerda como un momento muy duro, aunque confiesa que lo sigue siendo. A pesar de la protección policial, el odio hacia su persona no ha cesado y a día de hoy continúa haciendo frente a este tipo de mensajes. “Tengo que estar avisando a la Policía constantemente cuando pasa algo para que vengan a vigilar la zona. Y todo por haber dicho que viva la libertad y que no me iba a poner más el velo, parece mentira”.

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