Los propietarios del Hotel Albohera, Jesús Montesinos y su hijo Jesús, se jugaron la vida para reducir a uno de los dos encapuchados que en la noche del pasado viernes accedieron a su establecimiento a punta de cuchillo.
“No pudo robar un euro: solo se llevó los palos que recibió”, contó a El Español el hijo, de 41 años. Su padre, Jesús, detalla por su parte que “he trabajado en el hotel más que un negro, por eso lo defendí a capa y espada”.
El Español ha accedido a las grabaciones de las cámaras de seguridad de la recepción que ponen de manifiesto el riesgo vital que ambos corrieron para reducir al ladrón.
“Estábamos en el comedor del hotel, cenando en familia, cuando llamaron a la puerta sobre las nueve de la noche de este viernes”, según explica Jesús.
En las grabaciones se aprecia cómo un joven, de unos 25 años, llama a la puerta, haciéndose pasar por un cliente, pero en realidad es un señuelo para lograr que abran el hotel y que su compinche entre con violencia, esgrimiendo un cuchillo.
Así lo corrobora Jesús -hijo-: “Me dijo que iba buscando una habitación y le abrí la puerta, parecía una persona normal, además, esa misma tarde vino otra pareja para alojarse”. Sin embargo, en unos segundos descubrió que ese cliente no tenía nada de bueno: todo era un montaje para llevarse la recaudación.
En las imágenes se ve cómo el cliente ficticio se hace el sorprendido, al ser rebasado por un encapuchado con un arma blanca, que camina con paso firme hacia la recepción donde se encuentra Jesús, junto a su chiquillo. “Mi hijo, de 3 años, se asustó mucho y empezó a llorar porque el pobre no comprendía lo que ocurría”. De hecho, el gerente del Hotel Albohera le pide tranquilidad al asaltante, ante la presencia del niño, pero eso de poco sirve: “Me empujó y amagó con apuñalarme en el estómago”.
Conforme Jesús le asegura al encapuchado que le entregará la recaudación, unos 600 euros en metálico, el asaltante baja la guardia, y justo en ese momento aparece en escena su padre: el empresario jubilado, que le ataca por detrás. “El comedor está al lado de la recepción y yo estaba viendo todo lo que estaba pasando, así que salí con una silla para golpear al ladrón para ayudar a mi hijo”, según relata Jesús Montesinos, de 69 años.
El asaltante no cayó al suelo tras el impacto, sino que se fue directo a por el jubilado, al que le colocó el cuchillo en la yugular, mientras que le exigía al hijo que le diese el dinero de una vez por todas. “Le dije que se calmara, le saqué la caja y cuando se descuidó cogí un afilador de cuchillos para reducirle”. Las cámaras grabaron un forcejeo donde el ladrón cae al suelo y el hijo del hostelero le acaba propinando una paliza. “Le pegué y logré reducirlo, entonces, mi mujer salió corriendo a la calle a pedir ayuda”.
La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer si los detenidos son los mismos autores de otros dos robos que sufrió hace poco el Hotel El Marino. Entretanto, este sábado, el mítico Albohera ha reabierto sus puertas como siempre, con Jesús, padre e hijo, con la mejor de sus sonrisas para atender a los clientes, en ocasiones, guiris que buscan sol y playa, y otras veces, miembros del Servicio Aéreo de Rescate que acuden a formarse a la Academia General del Aire de Santiago de la Ribera.