La Laguna estudiará la implantación de uno o varios mercadillos permanentes para la venta ambulante en el municipio, tras la valoración de la experiencia piloto de tres mercadillos temporales que se ubicarán en las plazas del Tranvía de La Cuesta, en la de la Iglesia de Valle de Guerra y en la de San Jerónimo de Taco, desde este sábado y hasta el próximo 14 de febrero de 2023, aprovechando las campañas comerciales de Navidad y San Valentín.
Así lo anunció ayer la concejala de Comercio y Desarrollo Económico del Ayuntamiento de La Laguna, Aitami Bruno, quien explicó que este proyecto consensuado desarrolla la nueva Ordenanza municipal de Venta Ambulante, que entró en vigor a principios del año 2020 pero que no se pudo poner en práctica por la llegada de la pandemia.
La edil explicó que, a principios del pasado noviembre, se abrió una convocatoria pública para la adjudicación e instalación de puestos de venta ambulante para estos mercadillos, con cuatro ubicaciones y un total de 145 plazas. Finalmente, se presentaron 97 solicitudes, que han sido todas admitidas y se han repartido entre las tres localizaciones finales. La concejala apuntó que el 80% de personas concurrentes están vinculadas a asociaciones representativas del pueblo gitano, y el resto son artesanos, y recordó que la convocatoria se abrió a toda la población.
Estos tres mercadillos en Taco, La Cuesta y Valle de Guerra se celebrarán todos los sábados y de forma simultánea en las tres zonas, en horario de 09.00 a 14.00 horas. Con motivo del día de Reyes, abrirán también los días 2, 3, 4 y 5 del próximo mes de enero.
“Esta acción piloto servirá para evaluar la participación y eficacia del modelo”, indicó Aitami Bruno, por lo que, tras el 14 de febrero, desde el Área se valorará la posibilidad de uno o varios mercadillos permanentes. “No quiero cerrarme a nada ahora mismo, puede ser tanto un sitio único o quizás vemos que es más atractivo varios lugares”, apuntó, con la previsión de poder ponerlo en marcha antes de las elecciones, y para lo que se abriría un nuevo proceso participativo.
La concejala enfatizó que no se trata del concepto de rastro. Esta acción piloto busca “dotar al municipio de espacios seguros y con todas las garantías para el desarrollo de la actividad de venta ambulante, tanto para quienes la realizan, como para consumidores y consumidoras”, apuntó.
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