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El Poder Judicial quita el ‘candado’ al Constitucional, que gira su tendencia

Los jueces desbloquean el tribunal de garantías, que pasará a tener una mayoría progresista de siete a cuatro, tras la designación de los magistrados César Tolosa y María Luisa Segoviano como candidatos
El presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.
El presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. Eduardo Parra (Europa Press)

No hizo falta con antelación la reforma impulsada por el Gobierno central, aunque, con previsión de que vuelva a ocurrir algo similar, es posible que siga adelante con la misma. Ayer, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) nombró al conservador César Tolosa y a la progresista María Luisa Segoviano magistrados del Tribunal Constitucional (TC), en una decisión que devuelve cierta normalidad democrática a las instituciones tras meses de parálisis por parte del órgano de gobierno de los jueces y tras el incidente del pasado día 19 en que el TC bloqueó, a instancias del PP, la polémica votación en el Senado.

Así, el ente encargado de defender el cumplimiento de la Carta Magna tendrá una mayoría progresista de siete a cuatro, frente a los intentos de que esto no tuviera lugar. Y es que el sector más próximo a la derecha del CGPJ insistió en vetar a José Manuel Bandrés como integrante del tribunal de garantías, hecho que prolongó la renovación mucho más allá del periodo estipulado por ley. El funcionamiento es el siguiente: dos miembros del Constitucional son elegidos por el Poder Judicial y otros dos por el Gobierno.

El Ejecutivo que preside Pedro Sánchez planteó que únicamente se incorporaran los designados por su equipo, a fin de plasmar en las instituciones el sentir popular, y una vez el CGPJ se pusiera de acuerdo con sus candidatos -visto el debate por Bandrés-, estos iniciarían su mandato. Sin embargo, el TC expresó dudas acerca de la legalidad del movimiento sugerido por Sánchez, optando por un todo o nada. Por eso, el Gobierno puso en marcha una medida exprés que rebajaba la mayoría necesaria para la designación en el Poder Judicial, de modo que se desbloqueara la votación y los cuatro aspirantes pasaran a formar parte del Constitucional.

Una alternativa que, nuevamente, fue rechazada por el TC, a iniciativa del PP, con la particularidad de que los miembros que serían sustituidos podían entrar en conflicto de intereses, ya que si votaban a favor de la reforma legislativa se quedarían fuera del tribunal. Y, constituyendo un dictamen inédito en democracia, la Justicia decidió inmiscuirse en la iniciativa que se votaba en el Senado (tras pasar por el Congreso), paralizándola, con medidas cautelarísimas promovidas por el partido de Núñez Feijóo. El argumento empleado es que no debería tramitarse por vía acelerada, sino ordinaria.

Ahí reside la principal incógnita, y que, se espera, sea resuelta por el Gobierno de coalición en los próximos días: si se mantendrá en pie la reforma de las mayorías para la renovación, con el objetivo de evitar que se repita un escenario como el vivido estos años, o si, por el contrario, se da por concluida la crisis institucional. Lo que está claro es que Laura Díez, Juan Carlos Campo, María Luis Segoviano y César Tolosa entrarán en el TC.

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