Piden tres años de prisión por presuntos abusos sexuales contra una anciana de 94 años a un empleado de una residencia privada. La anciana lo acusa de agarrarle un pecho y acosarla con tocamientos.
“Vi las estrellas”, relató la víctima al tribunal durante una videoconferencia. El juicio tuvo lugar esta mañana en la Audiencia Provincial de Madrid. La mujer denunció haber sido objeto de tocamientos en los pechos y improperios por parte del acusado.
Los hechos ocurrieron presuntamente el 19 de agosto de 2019, un día después de que el empleado iniciara su trabajo en la residencia privada en el barrio Pacífico.
El empleado ha mantenido su inocencia frente a las acusaciones de la anciana. La residencia está registrada como responsable civil subsidiaria en el caso.
En su testimonio, el hombre dijo que en el día de los hechos estaba en un período de entrenamiento y bajo la supervisión de superiores. “Al final del día, una encargada de piso se me acercó y me dijo: ahora te encargarás de esa habitación”, relató.
El acusado da su versión sobre los presuntos abusos sexuales
El acusado ha descrito su versión de los hechos en su declaración. Según él, cuando llegó a la habitación, otro compañero estaba presente y luego se fue. La anciana estaba vestida parcialmente y le dijo que tenía heridas debajo de los pechos. Él bajó su camisón y la acostó.
Sin embargo, la fiscal le cuestionó sobre las acusaciones de que dijo a la anciana que le iba a comer los pechos y la pellizcó. El acusado negó tales afirmaciones y dijo que estaba felizmente casado. Admitió que pudo haber habido un roce al bajarle el camisón, pero insistió en que la anciana no pidió ayuda en ese momento.
A través de videoconferencia, la anciana testimonió que el hombre le puso mal el camisón y le dejó los pechos al aire. “Me tocó las dos tetas mucho tiempo, me cogió el pezón y vi las estrellas. Me hizo mucho daño”, dijo. Agregó que no quiere recordar nada de lo sucedido y llamó al acusado un “idiota”.
Otro empleado de la residencia describió que notó que la anciana estaba preocupada y le preguntó qué sucedió. La anciana le contó que la persona que la atendió la noche anterior le había hecho tocamientos en los pechos y la había tirado del pezón.
Después de la queja de la anciana, la dirección de la residencia activó los protocolos de seguridad ante la gravedad de los hechos. El acusado fue cambiado de planta y colocado bajo supervisión, y posteriormente fue despedido. La directora declaró que se activó el protocolo de maltrato y se involucró a un psicólogo para atender a la víctima. Se habló con la familia y se informó a la Dirección General del Mayor.