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Canarias registra en 2022 la mayor cifra de sacrificio de ganado en cinco años

La desmesurada subida de precios ha generado que los ganaderos tengan que eliminar parte de sus animales para poder resistir
Se observa un incremento del sacrificio en un 36% en vacuno y cerca de un 22% en caprino mayor.
Se observa un incremento del sacrificio en un 36% en vacuno y cerca de un 22% en caprino mayor. DA

La ganadería sigue sin poder hacer frente a la embestida de la inflación. La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias Asaja) confirmó ayer que los sectores ganaderos caprino y bovino son los que más han tenido que recurrir al sacrificio de animales en el año 2022 para poder resistir.

Dada la desmesurada subida de precios de materias primas (piensos), combustible y energía (inputs que forman parte de los costes de producción de las explotaciones), eliminar parte de su ganado es la única opción para reducir gastos en alimentación y ganar algo de liquidez.

Este incremento se deduce tras analizar los últimos datos de sacrificio aportados por el Gobierno de Canarias en el periodo que va desde 2018 hasta 2022. Cabe señalar que en esta comparativa, 2019 se considera un año de referencia dada la plena actividad ganadera registrada.

Por especies, la ganadería bovina contabiliza un 36,04% más de sacrificios en 2022 que en 2019, es decir, que se pasó de 9.872 a 13.430 cabezas sacrificadas. “La primera lectura que se extrae de estas cifras es positiva”, explica Asaga en una nota de prensa. “Implica una revalorización de la carne local por una cuestión de precio y frescura frente a la importada, mucho más cara. La segunda lectura”, continúa, “es negativa ya que el sector se vio obligado a sacrificar vacas destinadas a la producción láctea debido a la baja remuneración que recibían los ganaderos por la leche”.

En cuanto a la ganadería caprina, de las 39.158 cabezas sacrificadas en 2019 se pasó a 43.876 en 2022, un 12,05% más. “Dentro de esta cabaña, cabe señalar el denominado ganado mayor, formado por aquellas cabras en producción lechera y las de desvieje, cuyo sacrificio se incrementó hasta el 21,60%. Este elevado porcentaje demuestra que el productor optó de nuevo por desprenderse de aquellos ejemplares que más alimento consumen para poder rebajar así sus costes de producción”, indica.

Teniendo en cuenta que la crianza de cerdos, ovejas y conejos van destinadas a la producción cárnica (a excepción de la oveja que también puede producir leche), cuanto menos se sacrifique, menos carne de origen local consumen los canarios. “Esto significa que las importaciones de estos géneros, refrigeradas o congeladas, ganan terreno en el comercio interior aprovechando los bajos precios”, subraya.

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