por qué no me callo

Cita con Mario Alonso Puig

El inconsciente colectivo fue una noción que se le ocurrió a Carl G. Jung en el curso de sus investigaciones sobre la psique humana. Había establecido una estrecha colaboración con Freud y después cada uno siguió su camino con marcadas diferencias conceptuales. El profesor Mario Alonso Puig, que mañana intervendrá en el Foro Premium de la Fundación DIARIO DE AVISOS, suele traer a colación algunas referencias de Jung que ayudan a interpretar lo que nos pasa.

Salta a la vista que ante la pavorosa guerra de Ucrania es inevitable pensar en la Sombra, un constructo genuinamente junguiano donde se almacenan conductas atávicas del inconsciente de cada persona y el remanente psíquico de toda la humanidad. Jung decía que hablar de esto, al principio, puede resultar chocante, pero al cabo de un tiempo se asume con naturalidad. La sombra, ese desván donde encerramos las experiencias ingratas y los instintos desagradables, permanece oculta y, esporádicamente, asoma. También existe una sombra llamemos colectiva y residual que integra en el inconsciente el lado oscuro de la especie humana. Ese software nunca se borra.

Estos días, el legado científico de Jung, su Libro Rojo y los libros negros, sus memorias de recuerdos, sueños y pensamientos, sus arquetipos y transformaciones cobran una especial significación ante los hechos tan graves a los que asistimos en este comienzo de década tumultuosa.

Más allá de este anexo junguiano de la guía del momento que nos toca vivir, mañana tendremos oportunidad de poner los pies sobre la tierra. Y descubrir qué otras batallas, amén de la guerra y la pandemia, estamos librando sin tomar decisiones acertadas. Son los acertijos cotidianos a los que solemos enfrentarnos sin brújula ni antorcha.

El profesor Mario Alonso Puig lleva más de 20 años predicando (no en el desierto) sobre los hábitos de vida que requerimos adoptar frente a los jinetes del Apocalipsis del estrés, la ansiedad, el desasosiego y la depresión. Nos habla constantemente del ejercicio fisico, la alimentación providencial y el sueño saludable. Del cortisol que genera la sobredosis de trabajo y de todos los neurotransmisores que operan a causa de la vida frenética de nuestro tiempo. De la amígdala y el hipocampo, esa pareja de baile para no caer en la melancolía y el miedo consustancial. Este conferenciante y coach de cabecera imparte lecciones sumamente útiles de salud que previenen del 80% de las consultas médicas, según la Universidad de Harvard. Otra cosa es que le hagamos caso como debiéramos. Pero nadie puede decir que no estamos avisados.

Puig, con 26 años de experiencia en Estados Unidos como cirujano digestivo y una carrera maratoniana como divulgador de calidad de vida, es en la actualidad el oráculo más solvente que tenemos para subir esta montaña de desafíos. Una cuesta arriba inédita en el ámbito personal y colectivo, entre el ocaso y la supervivencia, entre el final de una era y la llegada de otra marcada por la inteligencia artificial, que abre expectativas para la curación de grandes enfermedades.

Esa cima es la que mañana nos ayudará a ascender Mario Alonso Puig, el escalador de las emociones negativas, un erudito del cuerpo y la mente que trae a la luz la sombra que perseguía en sueños a Jung.

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