economía

“La banca está empezando a sufrir los efectos de las medidas monetarias de 2022”

Juan Carlos Ureta, presidente ejecutivo de Renta 4 Banco
La banca está empezando a sufrir los efectos de las medidas monetarias de 2022
Juan Carlos Ureta, presidente ejecutivo de Renta 4 Banco. DA

La banca no pasa por su mejor momento. Primero la quiebra del Silicon Valley Bank, que se atribuyó a su peculiar modelo de negocio. Después, la crisis saltó al otro lado del Atlántico con la caída y rescate de Credit Suisse. Y mientras los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea discutían el viernes el impacto de estas turbulencias financieras, el contagio alcanzó de lleno al gigante alemán Deutsche Bank, que llegó a registrar caídas superiores al 13% en bolsa, el mayor desplome desde el estallido de la COVID. Casos como estos muestran cómo el sector financiero se enfrenta en estos momentos a nuevos riesgos. Juan Carlos Ureta, presidente de Renta 4 Banco, nos cuenta en esta entrevista con DIARIO DE AVISOS cuáles son estos riesgos y si España está preparada para asumir esta crisis financiera sin que afecte a la tan ansiada recuperación económica.

-¿Qué está pasando en el sector financiero que está tan convulso?

“Bueno yo creo que hay dos circunstancias claves que ocurrieron en el año 2022. Una es la llamada normalización monetaria que es, en definitiva, la subida de los tipos de interés que ha sido muy rápida, muy intensa y muy fuerte. Recuerde usted que el año pasado por estas fechas el Euribor estaba a -0,5% y ahora está al 3,5%. Y, la otra es la desaceleración económica que ha tenido incluso momentos de recesión técnica. Ambas circunstancias han tenido impacto en los balances bancarios, sobre todo, la subida de los tipos de interés porque hace que las carteras de bonos pierdan valor, y esto es lo que ha ocurrido básicamente con la quiebra de Silicon Valley”.

-Eso le iba a preguntar ¿qué ha pasado para que un banco como Silicon Valley caiga?

“Mire, lo que ha pasado con Silicon es que es, esencialmente, un banco que trabaja en Silicon Valley y en estos momentos muchas compañías y fondos de inversión de Silicon tenían una enorme liquidez que depositaron en este banco que lo invirtió en bonos de muy largo plazo. Para que se haga una idea, el banco tenía más del 90% del activo en bonos de más de 10 años. Esto quiere decir que cuando suben los tipos de interés, como está ocurriendo ahora, esos bonos bajan de precio”.

-¿Y esto no se pudo prever? ¿Que gran fallo, no?

“Exacto. Es un fallo de gestión de balance muy grande. Y la pregunta que surge siempre es por qué los reguladores no lo habían detectado. Y la respuesta es porque en el caso americano, la llamada banca regional solicitó en el año 2018 que no se les aplicasen los mismos controles que a la banca nacional, y se lo dieron. Era la época de Trump y se lo permitieron. Esto ha hecho que la supervisión de los bancos regionales en EE.UU. haya sido más laxa que la existe, por ejemplo en Europa, donde todos los bancos, independientemente del tamaño tienen las mismas condiciones y reglas tanto en solvencia, como en liquidez. Lo que pasó es que Silicon Valley no tenía estos controles y cuando, en un momento determinado, empieza a salir dinero, ellos tienen que vender esos bonos y al venderlos tienen pérdidas porque esos bonos valen menos al haber subido los tipos de interés. Esto es un poco lo que ha ocurrido con Silicon. Con Credit Suisse la situación fue diferente. Credit Suisse es un banco que ya venía arrastrando problemas desde hace bastante tiempo. Primero con la compra de First Boston, que provocó un cambio en la cultura de riesgo de la entidad porque estaba dedicada sobre todo a la gestión de activos con grandes fortunas y negocios de poco riesgo, y con la compra de First entró en otro tipo de negocio con financiaciones de alto riesgo. A esto se une que, en el año 2021 hubo tres asuntos que tocaron bastante a la entidad suiza: Primero fue la quiebra de un Family office muy importante para la entidad (Archegos), después el escándalo financiero de la compañía Green Seal que fue un fraude; y por último, el blanqueo de capitales. Por lo tanto, ya a finales de 2021, el banco estaba muy tocado en su reputación y, sobre todo, en cómo estaba gestionando su balance. Mire para un banco es muy importante su balance, y si lo gestiona mal, va tener problemas. Así que vuelvo a lo mismo ¿Qué esta pasando? Pues esencialmente lo resumiría en que los cambios que ha habido en 2022 que son subidas de tipos de interés y, por tanto impacto en los bonos, y desaceleración económica e impacto en otro tipo de activos, están empezando a repercutir en los balances bancarios”.

-¿Esto tiene carácter sistémico, es decir, puede provocar un efecto contagio?, porque tenemos encima la caída en bolsa de los bancos españoles y de Deutsche Bank.

“Vamos a ver, la respuesta es no. ¿Por qué? Pues porque hoy en día la banca está bien capitalizada. Y se ha demostrado incluso en los casos de Silicon Valley y Credit. En ningún caso, se ha puesto en duda que ningún depositante iba a tener problemas con su dinero. Y esto es muy importante. Se demostró en su momento con el Banco Popular en España. Perdió su dinero el accionista y algunos bonistas, pero no los depositarios. Digo esto porque, desde la quiebra de Lehman Brothers, lo que ha sido una constante de los bancos centrales es exigir a la banca que refuerce el capital. Y se ha conseguido. Y en estos dos casos recientes se ha demostrado que había capital para cubrir esas pérdidas, incluso en casos de bancos muy mal gestionados. Ésta es la diferencia entre lo que ocurrió cuando Lehman Brothers quebró, con la banca con muy poco capital, y ahora. La regla es clara: si hay problemas en el banco, lo van a pagar los accionistas no el depositante. Y creo que pese la imagen que pueda haber, se está demostrando que esto está funcionando. Otra cosa es que normalmente cuando un banco tiene problemas tiene un efecto contagio que provoca la retirada de depósitos en aquellas entidades más vulnerables, que es lo que está ocurriendo con Deutsche Bank. Pero si coge usted las hemerotecas de los últimos 15 años verá que el banco alemán ya venía arrastrando problemas. Por eso le insisto que en un banco es muy importante la percepción que se tiene sobre cómo está gestionando los activos y los riesgos”.

-¿Puede afectar esta crisis bancaria a la recuperación económica?

“Claro, pero mire, más que hablar de si esta situación puede provocar un efecto contagio que frene la recuperación económica, yo me entretendría en ver si hay una causa común que pudiera afectar a todo el sector por igual y cómo está el sector financiero preparado para afrontar esta situación. Y en este punto, le insisto que hoy en día la banca está muy bien capitalizada. Dicho esto, hay que tener muy claro que va a venir una época de menor crecimiento económico, con mayores tipos de interés y en un entorno monetario no tan laxo. No cabe ninguna duda de que esto afectará al sistema bancario de la misma manera que afectará a otros negocios. La diferencia es que la banca hoy, en general, está preparada para absorber ese impacto sin problemas excesivos. ¿Subirá la morosidad? Sí. ¿Habrá mayores impagos y pérdidas en los activos? Seguro. Pero, sin duda, hoy la banca española está muy bien preparada para afrontar esta situación. Y le insisto, esto no es como en Lehman Brothers cuando la banca no tenía capital. Mire tener capital ayuda a pasar las tormentas bien. Y esto hay que tenerlo en cuenta. Sabemos que va a haber impacto, pero lo importante es la capacidad de reacción, y hoy la tenemos. Porque una crisis económica cambia totalmente de naturaleza cuando se convierte en crisis bancaria, y el único objetivo hoy de las políticas económicas es que esto no ocurra”.

-¿Tiene España capital para afrontar esta embestida?

“Sí, pero podría estar mejor preparada. Mire es muy importante entender que un país necesita capital porque si no tenemos capital, desde luego, vamos a soportar mucho peor estas embestidas. Por eso me da mucha pena que no le demos importancia a los fondos de pensiones como forma de financiar la economía. Mire España tiene menos del 10% del PIB en fondos. Países Bajos llega al 170% de su PIB y la media europea supera el 100%. Lo que estamos haciendo en España es, lejos de fomentar los fondos de pensiones privados, los estamos eliminando para basarnos en las pensiones públicas, lo que es un mal modelo porque que las pensiones públicas sean o no sostenibles dependerán del empleo y hay muchas dudas de que esto sea así. España necesita financiación a largo plazo y los fondos de pensiones, por su propia esencia, son la clave. Estamos destrozando un modelo muy bueno que no sólo sirve para garantizar la jubilación sino también para financiar la economía. Todos lo procesos de financiación de la economía española han sido financiados por capital externo. Está bien, pero nos hace muy débiles y vulnerables”.

-A quien sí va afectar esta crisis bancaria es a la reputación del sistema financiero.

“Bueno, meterse con el sistema financiero es relativamente fácil. La banca en general nunca ha gozado de buena reputación porque es un negocio muy delicado. Y si hay populismo por medio, pues mucho más. Lo que sí hay que entender es que el sistema financiero es una herramienta muy potente de desarrollo económico y cumple una función esencial. Quién no lo vea así se queda en un pensamiento muy primitivo”.

-A pesar de este momento convulso, ahora la banca está en un momento dulce con los tipos de interés al alza. ¿Puede aumentar la morosidad?

“No se olvide que durante mucho tiempo, con los tipos en negativo, tuvimos que pagar muchos millones de euros por tener el dinero en el banco europeo. Y tenga en cuenta, además, que cuando sube el tipo de interés en la parte del activo es verdad que se rentabiliza mejor, pero el pasivo también cuesta más. En cuanto a la morosidad, hoy por hoy no ha aumentado mucho, pero es evidente que a medida que la desaceleración económica se afiance es inevitable que esta se produzca. Pero le insisto una vez más, el sistema bancario está preparado para afrontar esta situación”.

-¿Cómo puede afectar al sistema financiero, tal y como está ahora, la tasa que le quiere imponer el Gobierno?

“Hay que recordarle a la gente que la banca ya paga más impuestos que el resto de las empresas; un 30% más, y también que las entidades financieras ya pagamos otras tasas como a los depósitos. Por eso, un impuesto extraordinario como éste, a mi modo de ver no tiene ninguna racionalidad; ni económica, ni tributaria. Dicen que lo ponen porque como han subido los tipos, pues la banca tendrá más beneficios. Bueno, decir esto es desconocer por completo el funcionamiento del sistema bancario porque los tipos suben para el activo y el pasivo, y hemos visto cómo esta subida ha repercutido en algunos bancos. Es un impuesto que se ha puesto por motivos no económicos y lo que hace es castigar a un sector que es fundamental para la economía. Pero bueno, como le digo es muy fácil poner este impuesto a la banca y quedar muy bien, porque todo lo que sea contra la banca queda muy bien”.

TE PUEDE INTERESAR