El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de San Sebastián de La Gomera acordó la apertura de juicio oral en el que pide una pena de cuatro años y medio de cárcel para el propietario de una granja en Vallehermoso que fue precintada por contaminación grave con vertidos (orines y estiércol de cerdo y cadáveres de animales) en la zona de dominio público hidráulico del barranco de Garabato, en ese municipio al norte de La Gomera.
El auto del Juzgado de Primera Instancia Número 1 de San Sebastián de La Gomera, hecho público ayer, certifica que el acusado no disponía de calificación territorial para construir la granja y según las investigaciones del equipo del Seprona Garajonay se constata que existe contaminación tanto de las aguas como de las tierras muestreadas y riesgo de contaminación de los acuíferos asociados de los nacientes, así como la contaminación de las aguas de escorrentía.
Por ejemplo, los análisis del Consejo Insular de Aguas de La Gomera evidencian incrementos en la presencia de metales en la tierra con un 300,6% de aluminio; un 193,9%, de arsénico; un 434,3%, de hierro; un 273,8%, de manganeso, y un 410%, de plomo.
El dueño de la explotación ganadera ya había sido sancionado en diciembre de 2018 por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, después de que en 2016 la Guardia Civil le denunciara no solo por arrojar cadáveres de animales al barranco, sino por verter los purines directamente a la zona de dominio público hidráulico.
Aunque comentó que había resuelto las deficiencias con un tanque subterráneo que recibía los purines de los animales, el tanque no estaba impermeabilizado y fue clausurado, por lo que acabó vertiendo directamente los residuos al barranco cercano, según una inspección del área de Bienestar animal.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y solicita también una multa de 8 euros diarios durante 21 meses y tres años de inhabilitación para la profesión relacionada con el criado y engorde de animales.
Segunda granja
Ese era el segundo cierre de una explotación ganadera en La Gomera en 2022, ya que a finales de mayo el mismo juzgado ordenó el precinto de una granja ubicada en el Barranco de Santiago, en la capital de la isla, donde había sesenta cerdos desnutridos y con “riesgo para su vida”, un caso que sin embargo no tiene relación con el Vallehermoso, en el que además no se aprecia maltrato animal.
El nuevo cierre respondía a una petición de Fiscalía Provincial, que en septiembre de 2021 envió al juzgado su investigación sobre la explotación ganadera, que derivó en la incoación de diligencias previas.
En marzo, el Cabildo de La Gomera certificó que el dueño de la explotación carecía de calificación territorial para la construcción de la granja en el lugar donde se encuentra.
En febrero, la Guardia Civil había presentado dos denuncias después de que los agentes constatarán un “hedor insoportable” que provenía de “una gran cantidad de cadáveres de animales (ovejas, novillos, cabras, etcétera) arrojados en el lugar en estado de descomposición”.