Con Ni 1 Pelo de Tonto, la banda de David Amador, desplazo cintura en el acto de presentación oficial del Tenerife Royal Level en San Miguel de Abona. El hotel de cinco estrellas dirigido por el experimentado Alirio Pérez es otra nueva apuesta de Barceló. Qué bien lo está haciendo Pilar Parejo. Frente al escenario evolucionan Ángela Tavío, Alejandro Tosco, Antonio Rosales… Este último coge reprís antes de tocar el cielo con la fiesta que organiza el miércoles en el Rooftop del Mynd de Costa Adeje. Estar en la lista del colega fashion no está al alcance de cualquiera. Es un lujo que ansían no pocos palmitos güey con ansias de tiros largos y taconeo. El estiloso pie aguanta el sufrimiento, llevadero con burbujas, meneos y flirteos. Ya mañana dormirás, como dice el mago, si aguarece.
Al exclusivo evento del Royal Level se apuntan David Pérez, consejero delegado de Turismo Tenerife; Julio Luis Pérez, vicepresidente del Granadilla Tenerife Egatesa; la periodista Pilar Rumeu, que presenta el acto, y Fernando Turnes y Pablo Ojea, director y director comercial, respectivamente, del Royal Hideaway Corales, la joya de la corona de Barceló a este lado del Atlántico. Amanece.
David Amador y demás integrantes (Néstor Cabello, Gabriel Cruz e Iván Pérez) del exitoso grupo tinerfeño de versiones triunfan allá donde quiera que van. Fácil quererles. Ahora, también, por duplicado pues se presentan con el nombre de Delokos cuando interpretan temas propios. Les vimos hace unas semanas en el Aguere de La Laguna y fue una puta locura.
Instrumentos y buena voz en un cuarto de aperos con nevera, hielo, cervezas, vino, vermut y tequila tampoco desmerecen. En estos tenderetes de medianía el glutamato monosódico no falta. El aditivo potenciador del sabor evita la sensación de saciedad. Incita a devorar snacks. Piscolabis epicúreo. Es un no parar. Es la tentación de la denostada sal y del agraviado azúcar. Es la hamburguesa Kahuna que chorrea. Es la barbacoa que se estira festiva hasta la luna llena de abril con cantares desinhibidos y croares de rana. Es pechito con pechito, cachete con cachete. Plumas de almohada.
Y rodando llego a la Pirámide de Arona con Patty Barker, alter ego de Tina Turner. Sudores con Proud Mary en el Misisipi. Rolling on the river. El pasado se relega, no enreda. El presente es una efervescencia azul y dorada, un espectáculo que gira con eléctricas y palmas. La reina del rock convulsiona. Conjuro. Le va la vida en ello. Y la vida, esa loca preciosidad, a flor de piel en la frágil Milla de Oro. Cada loca y cada loco con su tema. Tiempo muerto al futuro. Anoche bailé con Tina. Beso volado.
Cóctel al mediodía en un palco del Kong sobre la playa de Troya. Es la primera vez del Aperol Spritz. No se olvida. Metros abajo, juegos de arena y zambullidas con marea alta. A vista de pájaro las cosas tienen otra perspectiva. Paciencia. Almuerzo marino y tardeo en el chiringuito de La Caleta con sombrillas de paja y hombres de carne y hueso que vuelan en parapente y caen mansos sobre la arena. ¿Dónde está el límite, el umbral del miedo, del dolor? Ganas de complicarse, de enrocarse. El jaque no es suficiente para tumbar al rey. Brindo con una piña colada
Mojitos en el Monkey. No cabe ni un alfiler after eight. Carlos y Javier Cabrera al quite. Gogós y Diyey. Arrima cuanto puedas. El lunes de Pascua es día después y la dolce vita sentará cabeza y perderá su atractivo hasta la Santa que viene. Ángel Víctor firmará el decreto para abordar las elecciones autonómicas del 28 de mayo y el martes disolverá el Parlamento. Luego, la Cámara se constituirá el 27 de junio. Verano. Baño en la Fontana.
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