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La primera peluquería móvil de Canarias

Michel Hediger crea en Tenerife el segundo establecimiento itinerante de España y primero autosuficiente del país: “Cuidamos todos los detalles: suelo de parqué, madera de calidad, luces ‘fashion’... los clientes flipan al entrar”
peluquería móvil de Canarias

Disfrutar de un lavado y corte de pelo con vistas al mar o a la montaña, según se tercie, en contacto con la naturaleza y en un espacio donde prevalece la intimidad, sin ningún cliente más, es posible en Tenerife gracias a la primera peluquería móvil de Canarias y única autosuficiente de toda España.

La idea, como tantas otras, les surgió durante el confinamiento por la COVID a Michel Hediger, natural de Italia, y a su pareja Karla. Ambos decidieron explorar el mundo de los trabajos móviles y, tras descartar opciones como furgonetas dedicadas al lavado de coches o venta de frutas, les atrajo la propuesta de la única peluquería con ruedas de España que, aseguran, circula por la Península.

“Contactamos con ellos para asesorarnos, conocer cómo la habían montado, qué permisos hacían falta y cuál era la respuesta de la gente. Nos dijeron que visitaban pueblos donde no hay este tipo de locales y organizaban jornadas de trabajo por toda España”, explicó Hediger a DIARIO DE AVISOS.

El emprendedor, que durante el confinamiento lavaba y cortaba el pelo a personas con discapacidad, empezó a darle vueltas a la cabeza hasta que una imagen apareció en su mente. “Pensé: ‘a mí, que me gusta el surfing (vivía entonces en El Médano), ¿por qué no trabajar frente a la playa? La idea me motivó mucho”.

Michel Hediger reconoce que trasladar la idea a los ayuntamientos no fue fácil, porque no existía ese modelo de negocios. “Al principio, no sabían qué decirnos y tuvimos que informarnos mucho, por ejemplo, respecto al suelo, donde no es lo mismo un terreno público, habilitado para propuestas ambulantes, que uno privado, reservado para eventos y por tanto más viable”.

La peluquería se encargó a una empresa especializada en caravanas y, tras una inversión inferior a 10.000 euros, el negocio comenzó a rodar en julio del pasado año. La furgoneta, de 6 metros de largo y 2,5 de ancho, fue acondicionada con una silla de peluquería, lavacabezas, un ventanal, un convertidor potente de energía para los secadores y la principal novedad que convierte al vehículo en autosuficiente: dos paneles solares y un tanque destinado al agua usada. “A diferencia de la única peluquería móvil que circula por la Península, aquí montamos los paneles para aprovechar todo el sol que hay en Canarias y eso nos permite trabajar en cualquier lado”, puntualiza.

El innovador peluquero, que anuncia su hair truck en Instagram, ha comprobado que los nuevos conceptos despiertan interés. Explica que “la gente pensaba al principio que esto era una furgoneta sin muchos medios en la que te corta el pelo un hippy frente a la playa. Pero cuando entran se quedan asombrados, porque hemos cuidado todos los detalles, con madera de calidad, espejos y luces fashion, suelo de parqué original, todo limpio, bien hecho, ordenado… la gente flipa”.

El 60% de sus clientes son de nacionalidad extranjera y la mayoría reside en el Sur, sobre todo en El Médano, donde Michel trabajó cinco años. “Son personas que suelen tener piso aquí y vienen por dos o tres meses”, afirma. Pero también cuenta con clientela en Tabaiba, lugar en el que vive actualmente, y en Santa Cruz y La Laguna, donde aspira a que su negocio también vaya sobre ruedas.

Subraya que últimamente ha aumentado la demanda de peinados “únicos y especiales entre las chicas para ir a fiestas, en los que trabajamos mucho las trenzas de colores”. Y sobre los precios, destaca que son los del mercado local: entre 12 y 15 euros el corte en hombres y entre 22 y 25 en mujeres.

“Pura Vida” es el nombre elegido para la primera peluquería móvil de Canarias y segunda de España, al tratarse de un eslogan de Costa Rica, país natal de la pareja de Michel, un reflejo de la filosofía vitalista que quieren transmitir a quienes acceden al vehículo para renovar su look.

“Nuestros clientes nos dicen que venir a que te arreglen el pelo frente a un ventanal con vistas y en contacto con la naturaleza, muy alejado del gris de las ciudades, es un lujo. Y, además, quien viene no se siente observado por nadie, aquí todo es más íntimo”, apostilla.

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