santa cruz de tenerife

Así fue el rescate de un joven de 16 años en El Bloque de Valleseco

La determinación de dos agentes de la Policía Local capitalina, junto con el servicio de socorrismo en Valleseco y el personal del SUC, salvó la vida a un joven de 16 años
Así fue el rescate de un joven de 16 años en el Bloque de Valleseco

El joven de 16 años que el pasado viernes se zambulló en el nuevo espacio de baño de El Bloque de Valleseco, lo hacía sin saber nadar y sin poder siquiera imaginar que ese desconocimiento casi le cuesta la vida. Algo que no sucedió gracias a una concatenación de hechos que evitaron el peor de los desenlaces.


Y es que desde el servicio de socorrismo, pasando por los dos policías locales que lo rescataron e iniciaron las maniobras de resucitación, hasta el médico del centro de salud al que fueron a buscar otros dos agentes para ayudar en su recuperación, y finalmente el personal del Servicio de Urgencias de Canarias (SUC), que lograron traerlo del todo y estabilizarlo, formaron un engranaje en el que cada pieza se tornó en fundamental para que este joven siga hoy respirando, en el hospital, pero vivo.


La historia de este rescate comenzó el viernes 16 de junio a las cuatro de la tarde. Allí, una patrulla de la Policía Local de Santa Cruz realizaba un recorrido de vigilancia por la nueva zona de baño de Valleseco, espacio que han incorporado recientemente a sus funciones de patrullaje en el litoral chicharrero. Durante este servicio, los agentes detectaron a varios usuarios que corrían hacia un punto concreto de la costa, lugar al que también se dirigieron de forma apresurada. En ese momento sacaron del agua a un menor de edad, inconsciente y que no respondía a estímulo alguno.


La dotación de Cruz Roja Española, que se incorporó a este nuevo enclave para el desarrollo de labores de salvamento y socorrismo desde su apertura, se sumó a los policías y, de inmediato, entre unos y otros, comenzaron las labores de reanimación cardiopulmonar.

Mientras tanto, se alertó al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 1-1-2 del Gobierno de Canarias, al que se le reclamó un recurso de transporte sanitario y apoyo, detallando la situación en la que se encontraba el menor y las maniobras de reanimación que se estaban llevando a cabo.


Otra patrulla policial, que había acudido en ayuda de sus compañeros, se desplazó a un centro de salud cercano para recabar la colaboración de un médico de urgencias, que también se sumó al equipo de trabajo que intentaba traer de nuevo al joven a la vida.


Agentes y socorristas, en la zona asegurada para poder prestar asistencia a este chico, que según confirman desde la Policía Local, es de nacionalidad china, continuaban las maniobras de resucitación, una situación en la que incluso se trató de utilizar el desfibrilador semiautomático (DESA) del que disponen algunos vehículos policiales, aunque la circunstancias descartaron su uso. Después de 35 minutos de reanimación, el esfuerzo de unos y otros dio su fruto y se consiguió estabilizar las constantes vitales del chico.

Rápidamente, el recurso de transporte sanitario movilizado para este servicio trasladó al joven hasta el Hospital de Universitario Nuestra Señora de La Candelaria (Hunsc), quedando ingresando en la unidad pediátrica de urgencias.


Se da la circunstancia de que, en compañía del joven protagonista de este triste suceso, se encontraba su hermano menor, de tan solo ocho años, y, al igual que el afectado, tampoco sabía nadar. Según pudo constatar la Policía Local, se encontraban en la zona de baño sin que sus padres tuvieran conocimiento de ello y sin ninguna otra compañía.


Los agentes se hicieron cargo del niño de ocho años, con el objetivo de localizar a la familia, también ciudadanos chinos, para notificar todas las circunstancias acaecidas en torno a sus dos hijos, haciéndoles entrega del más pequeño.


El trabajo de estos dos agentes también les llevó a buscar la colaboración de un establecimiento cercano para poder entenderse con la familia del chico en su idioma, ya que no hablaban español. Una vez en el domicilio familiar, los policías se brindaron a llevar al padre del joven hasta las instalaciones de La Candelaria y que pudiera reunirse con su hijo.

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