justicia y tribunales

Una agente de policía de La Laguna se queda con casi 2.000 euros de una operación antidroga y los cambia por billetes falsos

La agente ha sido inhabilitada y enviada a prisión
Una agente de policía de La Laguna se queda con casi 2.000 euros incautados en una operación antidroga y los cambia por billetes falsos
Tribunal Supremo

El Tribunal Supremo ha ratificado la pena de dos años de cárcel y otros cinco de inhabilitación especial para una policía nacional destinada en La Laguna que se hizo con 1.900 euros incautados en una operación contra el tráfico de droga y lo cambió por billetes falsos.

En 2021 se celebró un juicio con jurado en la Audiencia Provincial de Tenerife y la condena impuesta fue avalada por la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias y ahora por el TS.

En estos ámbitos se ratifica el pago de una indemnización de 36.865 euros y la devolución de los 1.900 euros al considerar probado que la policía cometió una malversación.

Los hechos tuvieron lugar el 5 de abril de 2016 cuando el cuerpo de Estupefacientes de La Laguna al que pertenecía incautó a un grupo de nigerianos 66.750 euros que fueron contados y luego depositados en la caja fuerte de la Comisaría.

Esa misma noche, según la sentencia, la procesada usó su tablet para acceder a una página de la Comunidad Autónoma de Murcia en la que se exhiben billetes de 500 y 200 euros con sus correspondientes características técnicas, medidas de seguridad y número de serie.

El objetivo era reproducirlos y sustituirlos por otros de 500 y 200 euros hasta sumar 1.900 euros, reproducciones que hizo con una impresora que tenía en su casa.

La sentencia ahora ratificada indica que la agente tenía acceso a la caja de seguridad de manera que entre el 5 y el 13 de abril hizo el cambio de los billetes reales por los falsos, confeccionados por ella misma, antes de que fueran trasladados al banco para ser ingresados en la cuenta del Ministerio.

Borró las conversaciones con su pareja en las que hablaban de los hechos

Cuando en la entidad bancaria descubrió la operación, la mujer consultó de nuevo en internet diversas páginas para conocer las posibilidades de que las huellas dactilares queden impresas en billetes y hacerlas desaparecer, procediendo luego al borrado de la búsqueda.

A continuación envió a su pareja sentimental un mensaje en el que informaba de que había eliminado las conversaciones mantenidas entre ellos que pudieran ser comprometedoras.

Durante el juicio con Jurado celebrado en 2021 se dieron a conocer diversos datos como que el día de los hechos la acusada se encontraba en la Comisaría y que entonces se llevó a cabo un recuento del dinero comprobando que no había ningún billete falso. Sólo se dieron cuenta del cambiazo en el banco dado que la copia era muy básica.

Nueve días después en el coche de la agente se encontró la tablet desde la que se realizaron las búsquedas y se procedió al borrador de los contenidos, hechos todos ellos que comprobaron los especialistas en informática de la policía.

Ante el Supremo la representación de la agente mantuvo la escasa formación jurídica de los miembros de un jurado cuando emitió su veredicto condenatorio, que el TS considera “no sólo suficientemente justificado, sino que en este caso particular lo hace de forma más que holgada y da explicación a las preguntas planteadas”.

También denunció que se había roto la cadena de custodia de los billetes incautados y la contaminación de la prueba en la que nunca se encontraron huellas dactilares de la condenada, argumento que ha sido igualmente rechazado.

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