El alcalde de El Rosario, Escolástico Gil, tuvo que mediar ayer para que el dueño de un bar de Las Lagunetas no fuera detenido por la Guardia Civil por saltarse la orden de evacuación por el incendio. Un nutrido grupo de vecinos trató de impedir la detención e hicieron una protesta pidiendo “justicia”, pues se da la circunstancia de que este bar ha estado facilitando bocadillos y agua a las brigadas antiincendios y hasta ha puesto a disposición su maquinaria para ayudar a contener el fuego.
Finalmente, gracias a la presión de los vecinos y la mediación del alcalde de El Rosario, Escolástico Gil, no se detuvo a Fernando y sus dos hermanos, propietarios del bar Las Lagunetas, acusados de no respetar la evacuación y trabajar en la extinción del fuego en aquella zona sin permiso, en palabras del presidente canario Fernando Clavijo.
Aunque en realidad la Guardia Civil no iba a detenerlos sino a desalojarlos de Las Lagunetas, se informó ayer. Lo curioso es que estos tres hermanos han estado desde el miércoles ayudando a los retenes no solo con comida sino también con palas. Y hasta el sábado eran los únicos que tenían cobertura telefónica para poder avisar de cualquier nuevo foco, como de hecho se siguieron produciendo hasta el domingo.
Ante la posibilidad de su detención tal y como había advertido Clavijo, los vecinos se plantaron la tarde del domingo en la carretera de La Esperanza para impedirlo a gritos de “Justicia para Las Lagunetas”.
Al final, Fernando y sus hermanos siguen en Las Lagunetas y con una cuba por si se reaviva el fuego.
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