El Grupo Ambiental de la Unidad de Mediación y Convivencia (UMEC) de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria ha llevado a cabo una investigación en relación a un individuo de 55 años, bajo sospecha de cometer un presunto delito de maltrato animal. El caso surgió tras el hallazgo de un perro en un estado de salud alarmante en el municipio de Firgas.
Según los informes policiales, durante el pasado mes de julio, varios trabajadores encargados del mantenimiento de carreteras en el municipio se percataron de un perro de raza podenco canario que vagaba por la vía, exponiéndose al riesgo de ser atropellado. Además, el can presentaba un aspecto deplorable y se encontraba en un estado avanzado de desnutrición.
Uno de los trabajadores decidió llevar al perro a una clínica veterinaria en Las Palmas de Gran Canaria, donde recibió atención médica urgente. La veterinaria misma informó a la Policía Local, ya que las lesiones del perro eran consistentes con un maltrato por negligencia en el cuidado básico.
El diagnóstico veterinario reveló que el animal estaba sufriendo de caquexia (una condición avanzada de pérdida de masa muscular y peso), además de padecer deshidratación, dermatitis, otitis y filariosis.
Dado que el perro tenía un microchip de identificación, se localizó al dueño, quien alegó que el perro se había escapado y no presentó objeción para cederlo a la persona que lo encontró.
Aunque los hechos ocurrieron en Firgas, los agentes de la UMEC de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria asumieron la investigación en calidad de autoridad judicial, con el propósito de esclarecer si el deterioro del animal fue consecuencia de un posible acto de maltrato.
Para llevar a cabo esta investigación, se obtuvieron varios informes médicos veterinarios, se tomaron declaraciones de testigos y se realizó una inspección ocular de otros animales que el sospechoso mantenía en una propiedad en Firgas, en colaboración con el Grupo Medioambiental (GRUMA) de la Policía Canaria.
La investigación policial concluyó con la imputación al dueño del perro de un supuesto delito de maltrato animal, debido a la omisión de los cuidados esenciales para garantizar el bienestar del animal. Esta conducta se encuentra penalizada con hasta un año y medio de prisión, así como la prohibición de poseer animales por un período de hasta tres años.
El informe policial ha sido presentado ante un Juzgado de Instrucción de Arucas, el cual determinará si los acontecimientos ameritan consecuencias penales.
Finalmente, el podenco canario está experimentando una pronta recuperación gracias al tratamiento médico que sigue recibiendo, así como a los cuidados brindados por la persona que lo rescató y su pareja. Decidieron adoptarlo desde aquel día y ahora reside con ellos en su apartamento en la capital de Gran Canaria.
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