Los ciberdelincuentes continúan aprovechando WhatsApp para estafar a las víctimas. ESET, una empresa de ciberseguridad, ha advertido sobre una nueva campaña fraudulenta en la que los criminales utilizan tanto WhatsApp como YouTube para engañar a las personas, según recoge ABC.
El proceso comienza con un mensaje en WhatsApp que promete ganar dinero fácilmente simplemente dando ‘me gusta’ a ciertos videos de YouTube.
“Como hemos observado en las conversaciones revisadas recientemente, los estafadores están usando bots para comunicarse con los usuarios. No importa la respuesta del usuario, los bots enviarán información sobre las supuestas ofertas de trabajo, detallando en qué consisten, cuánto dinero se puede ganar y cómo empezar”, explica Josep Albors, jefe de investigación y concienciación de ESET.
Albors destaca que es difícil determinar cuántos mensajes se han enviado, pero indica que la campaña se ha intensificado, ya que varios contactos han recibido estos mensajes en diferentes dispositivos en un corto periodo.
Aunque pueda parecer una estafa común en WhatsApp, esta campaña tiene particularidades. Inicialmente, algunos estafadores cumplen sus promesas y pagan las cantidades ofrecidas por dar ‘me gusta’ a los videos, lo que aumenta la credibilidad del engaño.
“Usuarios afectados y los propios estafadores muestran capturas de pantalla de los pagos realizados para atraer a nuevas víctimas. Esto genera confianza en aquellos que dudan de la legitimidad del trabajo, ya que los estafadores han pagado inicialmente lo prometido”, comenta Albors.
El problema surge cuando la víctima desea continuar ganando dinero y los delincuentes le indican que debe ascender a un nivel superior de afiliado. En este punto, se sugiere unirse a canales de Telegram donde se enviarán más encargos de dar ‘me gusta’ a videos en YouTube, publicaciones en Instagram, TikTok y otras redes sociales, a cambio de dinero.
Sin embargo, a diferencia del primer encargo, los usuarios acumulan saldo que solo puede retirarse si antes se paga una cantidad solicitada por los delincuentes. Los estafadores pueden realizar los primeros pagos, pero eventualmente, la víctima envía varios cientos de euros esperando recibir su pago y los delincuentes dejan de responder, solicitando más dinero. Así finaliza el timo, con los criminales recuperando su inversión y las víctimas perdiendo su dinero.