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Los insoportables récords de Canarias

Somos líderes negativos a nivel nacional en paro, sueldos, pobreza, natalidad, divorcios, alquileres y en llegada de inmigrantes irregulares, entre otros muchos indicadores
Los insoportables récords de Canarias
Las cifras récords del turismo no nos da para sacarnos de pobres / DA

Eso de que somos las Islas Afortunadas habría que hacérselo mirar. Visto lo visto, en los últimos años, ya no podemos presumir siquiera de tener un clima privilegiado, solo tal vez de que seguimos siendo un destino pujante en el turismo europeo, aunque esta industria, de nuevo superando los 15 millones de turistas al año, sola, no nos da para comer, no nos da para mejorar la vida de los canarios, colistas en casi todos los indicadores económicos y sociales a nivel nacional. Y así y todo seguimos recibiendo miles de inmigrantes: los que vienen en avión y se quedan, y aquellos que lo hacen en pateras o cayucos -más de 36.000 este año- y los reportamos a Europa o de nuevo a África.

Canarias cierra el año 2023 con unos índices de pobreza más que preocupantes, con uno de cada tres habitantes por debajo de ese umbral. El 36% de la población canaria, es decir casi 780.0000 se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social. Ya no solo es que seamos colistas en el paro, pese a bajar el porcentaje al 15%, cuatro puntos más que la media nacional, sino que aquellos que trabajan lo hacen en precario, sin posibilidades de pedir una hipoteca o de poder alquilar una vivienda, porque las pocas que hay en el mercado tienen los precios fuera del alcance de sus nóminas, cuya media es de 1.500 euros brutos al año, 300 euros menos que la media nacional.

La escasez de vivienda es uno de los principales problemas a los que se enfrenta Canarias en este siglo, en el que apenas se ha construido vivienda pública. La irrupción con fuerza del alquiler vacacional y la inseguridad jurídica que ha creado la legislación ha dejado al mercado del alquiler residencial casi en un páramo. La demanda supera claramente a la oferta y hoy se antoja misión casi imposible poder alquiler un piso en las capitales canarias o en las grandes zonas turísticas, e incluso en las llamadas islas menores. Ya no solo por el precio, por encima de los 12 euros el metro cuadrado, sino porque apenas hay viviendas en alquiler. Hay canarios que alquilan habitaciones, comparten piso o viven en autocaravanas para poder aceptar un trabajo, por ejemplo en Arona o Adeje. Y sus sueldos, ligados al sector de la hostelería o restauración mayoritariamente, no les da a esa mano de obra joven para independizarse de sus padres.

Natalidad bajo mínimos

Esa falta de habitabilidad y la incorporación de la mujer al mercado laboral ha determinado, además, un preocupante descenso en la natalidad en las islas. Hemos pasado, en el siglo pasado, de liderar las familias numerosas en España, a ser colista en procrear hijos. La media no llega ni a uno por mujer (0,86) con lo que eso significa para la pirámide vegetativa. El año pasado en las islas se registraron un total de 12.219 nacimientos, un 4% menos que el año anterior mientras que las defunciones aumentaron un 9,1% hasta las 18.712, con una tasa bruta de mortalidad de 8,5 fallecimientos por cada 1.000 habitantes. El archipiélago registró el año pasado un crecimiento vegetativo de -6.493 personas y también fue la comunidad autónoma con menor esperanza de vida, con una media de 81,8 años.

Divorcios y otros litigios

Otro dato negativo, o no según se mire, lo sumamos en los divorcios. Los órganos judiciales de Canarias registraron en el primer trimestre de 2023 la tasa más alta del país de demandas de disolución matrimonial por cada 100.000 habitantes, como sucede de forma ininterrumpida desde diciembre de 2019, según recogen los datos recabados por el servicio de estadística del Consejo General del Poder Judicial.

Según el informe, entre enero y marzo de 2023 los juzgados civiles de Canarias computaron un total de 1.448 demandas de separaciones, divorcios o nulidades matrimoniales, un 5,4% más que en el mismo periodo de 2022 (1.374). Ello supone una tasa de 65,4 rupturas de matrimonio por cada 100.000 habitantes, por los 47,1 a nivel nacional, es decir, 18,3 puntos por debajo de la media canaria.

También somos líderes nacionales en litigar. Canarias registró la tasa de litigiosidad (número de asuntos judiciales por cada 1.000 habitantes) más alta de España en el primer trimestre de 2023, una situación que se viene repitiendo desde 2019 de forma ininterrumpida. La cifra fue de 45,65 por cada 1.000 habitantes en el periodo sometido a estudio. La segunda comunidad con la tasa más alta fue Andalucía (39,02), y la tercera, Asturias (36,19). La media nacional fue de 34,12, lo que supone 11,53 puntos por debajo del registro del archipiélago. Eso sí, en el aspecto positivo, los órganos judiciales de Canarias registraron en el tercer trimestre de 2023 la mejor tasa de resolución de España.

Y no se nos puede olvidar en este ‘insoportable’ ranking, la sanidad, con las mayores listas de espera para un especialista o para que se atienda la dependencia. Lo dicho, olvidémonos de Islas Afortunadas.

Los alumnos canarios los peores del Estado en matemáticas y ciencias / DA

Colistas en educación y líderes en bullying

Y si atendemos a la educación, el futuro tampoco pinta bien para los canarios. En el último informe PISA nuestro alumnado menor de 15 años obtiene las peores puntuaciones del país en Matemáticas y Ciencias, solo superando a Ceuta y Melilla, con el consuelo que el lectura superamos a Cataluña y Andalucía, pero somos los terceros por la cola. Los efectos de la pandemia, según PISA, se dejaron notar en España, y mucho más en aquellas comunidades más pobres, con es el caso de Canarias, con menos recursos digitales en los hogares, que ha supuesto un retroceso en las calificaciones de nuestro alumnado una vez se incorporó a la enseñanza presencial.

Pero también hay otro dato negativo en este estudio de PISA que no debe pasarse por alto. En el caso del acoso escolar, los estudiantes isleños son los que más bullying sufren de todo el país. Según el último informe PISA, el 10,2 % de los adolescentes del Archipiélago conviven con la intimidación, las burlas o las amenazas dentro de las aulas, entre otras formas de violencia. Además, el territorio regional es la comunidad española, junto a Cataluña, con mayor índice de exposición al acoso, del -0,21 en ambos casos.

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