El albergue comarcal Valle Colino ya ha colgado su cartel de “se restringe la adopción de cachorros”. Como cada mes de diciembre, el centro de acogida y recuperación de animales abandonados en el área metropolitana de Tenerife ha inhabilitado la acogida de crías “para evitar los obsequios compulsivos”.
Según declara a DIARIO DE AVISOS Adriana Naranjo, presidenta de la Federación Canaria de Asociaciones de Animales y Plantas (Fecapap) -entidad que gestiona el refugio-, “el concepto de regalo no debería relacionarse con el hecho de tener una mascota”. Asimismo, tacha de imprudentes a aquellos padres que, en el afán de complacer a sus hijos, adoptan un perro.
La responsable de la Fecapap explica que la decisión de incorporar a la familia un animal de compañía debe “meditarse bastante” porque es necesario que confluyan tres premisas, sobre todo, en el caso de los canes: disponibilidad para sacarlo a pasear, dinero para contratar servicios veterinarios cuando sean precisos y un lugar de residencia alternativo para dejarlo en vacaciones, como viviendas de familiares u hoteles destinados a ello. “Si alguno de estos requisitos no puede cumplirse, olvídense del animal”, agrega con contundencia.
Los meses de enero y diciembre son los de mayor actividad en Valle Colino. De hecho, el pasado enero se llevaron a cabo un total de 159 adopciones en el albergue comarcal y se espera que a lo largo de este mes se recopilen datos similares en cuanto a este tipo de acogidas legales.
Las instalaciones del centro tinerfeño acogen en estos momentos a una decena de cachorros. Y es que, precisamente, hace apenas unos días, la Policía Canaria rescató 35 canes de una vivienda ubicada en el municipio de La Laguna tras la denuncia de un vecino de la zona que alertaba de que los animales vivían en condiciones deplorables. Del total de recuperados, 10 habían nacido recientemente. “Pese a que su adopción en estos momentos está parada, prevemos que en la edad adulta serán perros medianos incluso grandes, por lo que tardarán más en salir de Valle Colino” porque “la gente prefiere los pequeños, ya que son más sencillos de gestionar”. A este respecto, incide en la importancia de impulsar la acogida de los animales de mayor tamaño: “Un albergue no puede ser el destino final de un perro”.
Preguntada por alguna incongruencia en las familias adoptivas, admite con evidente retintín que “ha habido personas que se han quejado porque sus perros soltaban mucho pelo”. Afortunadamente, afirma que la gran mayoría son responsables y reciben a las mascotas en sus casas como tiene que ser, como un miembro más de la familia.
“No vamos a recoger más gatos”
El albergue Valle Colino decidió el año pasado cancelar la recogida de gatos debido a la insuficiencia de recursos e instalaciones para amparar a los felinos denominados comunitarios (viven en libertad y son incapaces de convivir con seres humanos por su bajo grado de socialización). “Ni son aptos para entregarlos en adopción ni merecen estar recluidos en una jaula hasta sus últimos días”, reconoce Naranjo, quien califica los hechos de “poco éticos”.
En este sentido, clama a los ayuntamientos que se responsabilicen de las colonias de gatos y acaten lo que dicta la ley: “Las personas autorizadas tienen que ser las encargadas de realizar los cuidados de estos animales, así como trasladarlos a un centro veterinario para su correspondiente esterilización”. “Este albergue no está pensado para gatos y nosotros no podemos hacinarlos como sardinas en lata”, añade.
Adopción consciente y responsable
Si hay un deseo que pide la presidenta de la Fecapap a sus Majestades los Reyes Magos de Oriente de cara a estas fechas venideras ese es que “la gente sea más responsable con sus animales” porque ya existen “demasiados abandonos”. Para ello, desde el albergue Valle Colino continúan en su empeño de sensibilizar a los más jóvenes a través de charlas que imparten en los centros educativos del Archipiélago.
A su vez, anima a adoptar de forma responsable en Navidad, siempre y cuando no se trate de cachorros. “Los albergues de la Isla está llenos y los perros siguen siendo abandonados”, relata Naranjo, quien lo único que ansía es que esas mascotas vuelvan a sentir el calor de un hogar fuera del refugio.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas