La estructura del CEIP Toscal-Longuera, en Los Realejos, no corre peligro y el alumnado tiene garantías de seguridad. Así se aseguró ayer en la reunión que mantuvieron las familias, la dirección del centro y los representantes del AMPA, con los concejales de Educación y Bienestar Social, José David Cabrera y Luz Pilar García, respectivamente, además del técnico de Obras del Ayuntamiento y el responsable de dicho servicio de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias.
Durante el encuentro se trasladó el oficio del director general de Infraestructuras y Equipamiento sobre la estabilidad del edificio, que no tiene riesgo inminente de derrumbe como se insinuó en un primer momento desde redes sociales, generando una alarma entre los progenitores.
Aún así, el documento “está firmado por un político” y por eso desde el AMPA esperan que les entreguen el informe técnico que certifica que el inmueble no tiene riesgo de derrumbe, “tal y como se comprometieron durante el pleno celebrado ayer (por el jueves”. Según le dijeron ayer, lo harán durante la primera quincena de abril.
Tras el encuentro, al que asistió un número importante de padres y madres, se les detalló las dos fases en las que se dividirán las obras, que se iniciarán este verano y continuarán en el de 2025, con el fin de garantizar el normal desarrollo de la actividad del centro sin necesidad de trasladar al alumnado.
El concejal de Educación se comprometió a mantener informadas a las familias y convocar aquellas reuniones que se consideren oportunas para actualizar la información de esta obra.
“No entendemos por qué no lo hicieron antes ni tampoco nos contestaron al escrito que enviamos en 2022. Ahora solo nos queda confiar y esperar”, aseguran desde el AMPA.
Aseguran que el CEIP Toscal Longuera no corre peligro
Las familias se reúnen con técnicos de la Consejería y el edil de Educación para conocer
el estado del edificio pero esperan el informe que certifica que no hay riesgo de derrumbe