Como había poca leña en la hoguera y faltaba chispa, hubo ayer mucho humo y más brasa que llamas en el primer debate de política general (sobre el estado de la comunidad autónoma) de la undécima legislatura del Parlamento de Canarias. En el preámbulo matutino, a Fernando Clavijo (CC) le bastó con una hora y pico (algo menos de diez minutos) para exponer su discurso.
El presidente pasó de puntillas sobre los rescoldos del anterior Ejecutivo, sin los puntales de aquel cuatripartito -Ángel Víctor Torres (PSOE) y Román Rodríguez (NC)- en los escaños del hemiciclo. No obvió la comparación, pero huyó de la confrontación.
Estaba tranquilo hasta que Sebastián Franquis (PSOE) le buscó las cosquillas mirando de reojo a Manuel Domínguez (PP). El portavoz del grupo Socialista accedió a la tribuna de oradores con una venda en la herida de los escándalos de las mascarillas (“no tenemos nada que ocultar”) y el argumentario monclovita bien aprendido. Clavijo se llevó las manos a la cabeza -en sentido figurado- y se tiró de los pelos: “No esperaba eso”. Desde el principio, el mandatario reivindicó el “modo canario” de hacer política (sin bandos ni broncas) para avanzar “con grandes acuerdos y consensos” mediante “un cambio de paradigma”.
En el capítulo de la inmigración irregular, Clavijo alzó la voz de alarma: “Estamos sentados sobre un barril de pólvora”. Reclamó una acción “decidida y urgente”. En relación a los menores no acompañados, expresó su desconfianza respecto a la respuesta del Gobierno central a la demanda de una distribución solitaria dentro de España y echó en cara a Franquis la distracción por la amnistía a los separatistas catalanes.
Amplificó la alerta ante las emergencias climática, energética, hídrica, en el sector primario (en abril será la reunión con el comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski) y habitacional. Insistió en la relevancia de los presupuestos del Estado, la regla de gasto o la condonación de la deuda y apeló al diálogo.
Entre los logros, Clavijo mencionó el esfuerzo por alcanzar la cohesión territorial, la gestión que sitúa a los ciudadanos “en el centro del sistema”, los “avances” en sanidad y en dependencia, la gratuidad del transporte público en guaguas y tranvía. En el horizonte del futuro, fijó la vista en la innovación para potenciar el crecimiento económico y el empleo estable de calidad.
Sebastián Franquis identificó “retrocesos”; especialmente, en lo que afecta a “la mayoría social”: prestaciones esenciales, sanidad, dependencia o educación. “Ocho meses después se confirma el engaño de este Gobierno”, sentenció. “Solo recortes, retroceso y desigualdad”. Afeó a Clavijo la Canarias “de unos pocos, la de mayor subida en los alimentos (más de un 10%), la del 33,8% de la población en riesgo de pobreza, la del Gobierno más caro de la historia, la que elimina los impuestos a las clases más altas, la que privatiza servicios, la que provoca agravios comparativos entre islas, la que recorta los fondos para los sectores productivos y los recursos al Estado del bienestar y la que reduce 17 millones de euros en las políticas públicas de vivienda”. A juicio del principal partido de la oposición, “la realidad es que nada está mejor que hace ocho meses”. Tampoco desaprovechó la ocasión para censurar la “errática e inconsciente” política fiscal y económica, que “hace ricos a los más ricos”, y que refleja el “engaño” de las cuentas de 2024.
Por Nueva Canarias-Bloque Canarista, Luis Campos se desahogó con suspiros de desaliento: “Son ustedes el Gobierno del fraude, con un engaño electoral masivo. Prometieron la madre de todas las promesas, la rebaja del Impuesto General Indirecto de Canarias, el IGIC, del 7% al 5%. Tuvieron la desfachatez de plasmar ese compromiso en el pacto y, por si fuera poco, lo defendieron en la investidura”. Campos ilustró otros “incumplimientos”: educación, cultura, cooperación o ciencia. A pesar de los reproches y un malentendido aclarado -Campos había captado una alusión a Rodríguez protestada con aspaviento-, Clavijo agradeció a NC -y al PSOE- sus aportaciones.
Finalmente, Nicasio Galván (Vox) arremetió contra el “fanatismo” en torno a la Agenda 2030 -“Viene a acabar con el estilo de vida europeo”- e instó a Clavijo a “devolver la prosperidad a Canarias”, adelgazar los gastos “superfluos”, defender las fronteras, combatir la inseguridad, atajar la pobreza (“tres de cada diez canarios se encuentran en riesgo”) y no descuidar las cifras del paro. Denunció el “adoctrinamiento” que observa en las aulas y el “sectarismo ideológico”. Aunque asumió el concepto de la reducción de la burocracia, Clavijo rechazó la “barra libre”. Tras desmarcarse de los “clichés” de la formación conservadora, transmitió su respeto (“son demócratas”), animó a Vox a reflexionar sobre determinados posicionamientos y refutó aquellos planteamientos que en cierta manera pudieran implicar una “vuelta al pasado”.
En una sesión bajo el influjo del elogio a la puntualidad flexible, la jornada terminó a las ocho. Al día siguiente les toca a los representantes de CC, el PP, ASG y AHI (Mixto). Una vez concluidas las intervenciones, a las dos se acaba el plazo para registrar las propuestas de resolución que se votarán el jueves.
Artículo 74 del Estatuto: la Conferencia de Presidentes
El artículo 74 del Estatuto de Autonomía define la Conferencia de Presidentes como “un foro institucional de colaboración del Gobierno de Canarias y los cabildos insulares que tiene la función de servir de encuentro y debate de los grandes asuntos de interés común, la coordinación de las políticas de actuación de interés concurrente y la búsqueda de los acuerdos que deban incorporarse a los correspondientes ámbitos institucionales”. Fernando Clavijo ha anunciado su activación para el reto demográfico.
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