Una creencia arraigada entre muchos conductores es la idea de que la Dirección General de Tráfico (DGT) carece de la autoridad para privarlos de su carnet de conducir en cualquier circunstancia. Sin embargo, la realidad legal es distinta. En la actualidad, la DGT mantiene un registro detallado, y si un individuo se encuentra registrado en él, está obligado a entregar su licencia de conducir.
La DGT cumple un papel de doble importancia: por un lado, se dedica a salvaguardar la seguridad vial, y por otro, asume la responsabilidad de gestionar y regular todas las licencias de conducción vigentes en el territorio.
Recientemente, la DGT mantiene un registro detallado, y si un individuo se encuentra registrado en él, está obligado a entregar su licencia.
Diversas circunstancias pueden conducir a esta necesidad, desde infracciones graves hasta cambios en la residencia o problemas de índole legal. Son varias las situaciones que pueden requerir la devolución del permiso de conducción a la DGT.
Uno de los motivos más significativos por los cuales la DGT puede revocar la licencia de un conductor es si este es sorprendido conduciendo bajo los efectos del alcohol. En tales casos, es imperativo subrayar que los conductores deben entregar su licencia en la Jefatura de Tráfico correspondiente.