Cientos de personas se han concentrado este lunes de madrugada frente a la Puerta de Brandeburgo, en Berlín, para celebrar que Alemania cuenta con una nueva ley que permite la tenencia de cantidades reducidas de cannabis para consumo propio y la plantación también a pequeña escala, fruto de una reforma impulsada por el Gobierno de coalición que encabeza el canciller Olaf Scholz, del Partido Socialdemócrata (SPD).
Los ciudadanos adultos pueden portar hasta 25 gramos de cannabis para consumo en lugares públicos, si bien no se podrá fumar a menos de cien metros de centros educativos o instalaciones deportivas. En el domicilio privado, la cantidad máxima asciende a 50 gramos, como recoge la norma aprobada en marzo.
El Gobierno alega que la prohibición generalizada no ha frenado el consumo de cannabis, por lo que aspira ahora a combatir el tráfico de esta droga en el mercado negro y reducir los riesgos sanitarios.
En Berlín, cientos de personas se han encendido a medianoche los primeros cigarros, en un ambiente festivo y junto a una gran hoja de marihuana. Un portavoz de la Asociación Alemana del Cannabis (DHV), Henry Plottke, ha aplaudido esta “nueva libertad”. “Por fin podemos mostrarnos, ya no tenemos que escondernos”, ha declarado a la agencia DPA.
Sin embargo, la oposición conservadora ya ha adelantado que, si vuelve al poder, tumbará la medida, como ha advertido el diputado Thorsten Frei. “En nuestra opinión, la política antidrogas, especialmente en lo que respecta a la protección de los jóvenes, es un asunto clave y revocaremos la legalización del cannabis cuando lleguemos al poder”, confirmó el sábado en una entrevista al ‘Augsburger Allgemeine’.