Santa Cruz está de fiesta. La ciudad cumple hoy 530 años de su fundación y, para celebrarlo, no podía faltar el tradicional baile de magos con el que hacer honor a tal efeméride. Poco antes de las nueve de la noche de ayer, hora prevista para el inicio de este evento, las calles de la capital se llenaban de multitud de personas ataviadas con el traje típico en dirección al entorno de la calle La Noria.
Aromas de comidas y postres tradicionales canarios, sabores de caldos de la tierra y parrandas portando guitarras y timples conformaron, un año más, la estampa más festiva de una ciudad envuelta en historia a los pies de la Iglesia Matriz de Nuestra Señora de La Concepción, guardiana de la primera cruz de madera que, el 3 de mayo de 1494, las huestes castellanas de Alonso Fernández de Lugo clavaron en la playa de Añazo para conmemorar la fundación del Puerto y Lugar de Santa Cruz.
Las 700 mesas, con diez sillas, distribuidas entre las calles de Antonio Domínguez Alfonso (La Noria), Nifú-Nifá, Campo de Castro, Bravo Murillo, así como en las plazas de Europa y de la Iglesia de la Concepción, y que se agotaron en 15 minutos nada más salir a la venta, se fueron llenando poco a poco hasta superar los 13.000 asistentes, según datos facilitados por el Ayuntamiento.
Antes del inicio de este encuentro, el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, asistió a la tradicional ofrenda floral que se realiza a la Virgen de Candelaria en el monumento que lleva su nombre, desde donde se desplazó hasta el epicentro fiestero que ya registraba una afluencia masiva de asistentes.
La entrada al recinto, como cada año fue gratuita, y además se realizó de manera ágil al disponer de 10 puntos de control habilitados, donde se comprobó el uso correcto de la vestimenta y calzado del traje tradicional canario, único requisito para el acceso al baile de magos. La música también fue una de las principales protagonistas de la noche. A partir de las 22.00 horas, un total de seis parrandas amenizaron la zona de Campo Castro, entre las que destacaron Tonique, Nijota, Farutes del Atlántico, Virgen de la Alegría, Parranda la Era y Amuley. Mientras, en la plaza de Europa se celebraron los habituales Bailes de Taifa con los grupos Orígenes, Aceviños, Princesa Dácil y Delicias del Teide.
Al término de las actuaciones, ya cercano a la medianoche, el Charco de la Casona, escenario ubicado al lado del Puente del Cabo, acogió la verbena tradicional en la que participaron la Orquesta Revelación, la Orquesta Generasión y la actuación de Pepe Benavente, que compartió escenario con ambas formaciones musicales, además de su repertorio propio.
Por otra parte, el baile de magos capitalino también hizo un guiño al medioambiente, a cargo de la Fundación Santa Cruz Sostenible, quien llevó a cabo una campaña de sensibilización con el objetivo de hacer cumplir la nueva ordenanza municipal de residuos, que pone especial énfasis en la reducción de los mismos y en la obligatoriedad de la separación en cualquier evento para garantizar el mínimo impacto.
Tres patrullas ambientales, formadas por educadores y por actores y actrices, se localizaron en los accesos a la zona donde se celebró el baile para informar sobre la importancia que tiene la separación de los residuos en el cuidado y conservación del planeta. A partir de las 22.00 horas, las patrullas visitaron las mesas insistiendo en las normas ambientales del evento, en la reducción del desperdicio alimentario, la recogida de residuos y su depósito en los contenedores correspondientes.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas