¿Dónde está Jay Slater?

No paran de buscarlo pero no hay manera de saber qué ha pasado con el joven británico de 19 años Jay Slater, pese al empeño puesto por los componentes del formidable equipo de emergencias desplegado a tal fin. Lo peor es que ya son seis días sin tener más noticias fiables de su paradero desde que el propio chico reconociera que desconocía dónde estaba en una llamada telefónica desde su teléfono móvil, que además se estaba quedando sin batería en ese momento.

Desde el pasado lunes, todo un equipo de especialistas rastrean los parajes del barranco de Masca (término municipal de Buenavista) y otras cuencas anexas, dado que desde allí se produjo esa última llamada. Participan agentes de los Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil -cuyo prestigio en rescates de alta montaña está fuera de toda duda tras más de cuarto de siglo de existencia-, así como miembros del servicio cinológico (perros) del Instituto Armado en una zona del territorio por donde ahora abundan las patrullas de seguridad ciudadana y que sobrevuelan los drones de Protección Civil y, por supuesto, helicópteros de la propia Benemérita.

Como no podía ser de otra manera y como corresponde a un trabajo de estas características, desde la Guardia Civil precisan que “no se descarta ninguna hipótesis” entre las líneas de investigación.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido ha emitido un comunicado de apoyo a la familia del joven y trabaja en coordinación con las autoridades de la Isla para tratar de dar con su paradero en la medida de sus posibilidades.

El joven Jay Slater viajó a la Isla para disfrutar de un festival de música en San Miguel de Abona y, tras conocer a otras personas, acabó en otra vivienda, pero muy lejos de su apartamento.

En el último contacto que estableció con sus amigos, ya con muy poca batería en su teléfono, advirtió de que no había podido coger la guagua, se encontraba caminando sin saber dónde estaba y tenía mucha sed. Seis días después, continúa el misterio.