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“No prevemos cortes de agua en verano, salvo alguno puntual en zonas altas o menos presión”

La consejera insular Blanca Pérez, asegura a DIARIO DE AVISOS que solo se impondrán restricciones en casos puntuales en zonas altas

Blanca Pérez ha asumido la consejería insular de Medio Natural, Sostenibilidad, Seguridad y Emergencias, con competencias en aguas, en el periodo más crítico para Tenerife respecto a un recurso que, durante mucho tiempo, se pensó que era infinito, al menos en ciertas comarcas de la Isla. La ha afrontado, en su nueva etapa en el gobierno, con contundencia, con la primera declaración de emergencia hídrica en la historia de Nivaria, aunque ya con críticas por parte de sectores como el primario, con muchas dudas e incertidumbre en la población y situaciones llenas de contrastes entre municipios que llevan tiempo buscando la máxima eficiencia y mínimas pérdidas en sus redes, frente a otros que pierden hasta el 60%, lo que es cualquier cosa menos sostenible y, más bien, de juzgado ecológico. Sin duda, un reto mayúsculo porque, como se sabe de siempre, vivir depende del agua aquí y en cualquier planeta en el que busquemos vida.

-¿Qué le responde a Asaga sobre sus críticas a las administraciones por unas restricciones hídricas que consideran que perjudican al sector primario cuando los ayuntamientos pierden mucho porcentaje en sus redes locales?

“El sector primario es el más beneficiado con la declaración de emergencia hídrica en la Isla. De hecho, la emergencia está sustentada en los problemas de agua del campo. Vamos a mantener el precio del agua para el subsector agrícola de Tenerife e incrementará un 10% el caudal a través de la declaración de emergencia, ya que esta permitirá impulsar las obras fundamentales, como son las desaladoras y desalinizadoras para el abastecimiento del sector primario. De esta forma, se producirán más de 27.000 metros cúbicos de agua al día, lo que supone aumentar un 10% la demanda agrícola de agua y un 5% para el cómputo general de la Isla. Por otro lado, creo que las pérdidas son de extrema gravedad y vamos a subvencionar a los ayuntamientos para que las frenen, pero no es menos importante que, en el abastecimiento, debemos trabajar bajar los consumos de los ciudadanos con medios técnicos, concienciación y fiscalidad”.

-¿Es injusta la emergencia hídrica con el campo y la ganadería o precisamente es imprescindible para salvaguardarla?

“Es totalmente necesaria porque nos permitirá impulsar las actuaciones necesarias para mitigar los efectos de la sequía extrema en el campo tinerfeño y garantizar, ante la llegada de los meses más cálidos del año, el caudal necesario para la sostenibilidad de la producción agrícola, preservando también, y de forma plena, los usos sanitarios y domésticos”.

-¿Ha malgastado demasiada agua el sector primario en el pasado, al menos con algunas prácticas, por pensar que esto nunca llegaría?

“Quizás, el mayor problema del sector primario haya sido la falta de incorporación de la tecnología para adaptarse a los nuevos tiempos y el uso, en algunos casos, de forma poco eficiente de los recursos. Es un tema complejo y de difícil respuesta porque también hay que saber en qué condiciones están los agricultores, ya que, en muchas ocasiones, hablamos de economías muy ajustadas”.

-¿Y qué se ha hecho mal en otros ámbitos, como las administraciones públicas, en pro de un consumo de agua más sostenible ante un cambio climático y sequía que se han ido sintiendo desde hace muchos años?

“Todos somos víctimas de la burocracia y, para hacer una obra –ya sea una desaladora o depuradora-, se tarda mucho tiempo. El sistema legal es garantista y establece una serie de plazos, trámites e informes que obligatoriamente hay que cumplir. No podemos ir en contra de la ley y está claro que necesitamos contar con las infraestructuras necesarias para afrontar la situación que nos afecta. Recientemente, hemos acordado con Acaues (sociedad estatal de las cuencas de España) aumentar la inversión en los sistemas de saneamiento y depuración de aguas hasta los 233 millones de euros, algo en lo que venimos trabajando desde hace dos mandatos”.

-Hace poco, hubo una reunión con los concejales responsables en el Consejo Insular y habrá más: ¿cuánto se pierde (se calcula hasta un 60% en algunas localidades) en las redes locales e insulares de agua?

“Las pérdidas varían en función de los municipios, pero ya estamos tomando medidas para solventar este problema. Hemos colocado caudalímetros para medir las pérdidas de agua del suministro para el riego y es cierto que hay algunas infraestructuras que están muy mal y hay que sustituirlas o repararlas. Para ello, desde el Cabildo se han dispuesto de dos millones de euros para seguir ayudando a los ayuntamientos para minimizar las pérdidas. Queremos acabar o reducir al máximo las recurrentes pérdidas de agua en las redes municipales, para lo que es necesario contar con un plan, previo informe de los diferentes ayuntamientos. Es la principal medida global, junto a la optimización del riego agrícola, así como las desaladoras y depuradoras en marcha, para paliar la sequía del campo en Tenerife”.

-¿Están los consistorios de la Isla preparados y con proyectos u obras en marcha, o al menos previstas, suficientes para reducir eso a cuánto y en cuánto tiempo?

“Desde el Consejo Insular de Aguas de Tenerife, se ha hecho en este mandato todo un trabajo con los once municipios que tienen mayor afección en estos momentos con las pérdidas. Se trata de tener un estudio que cuantifique y defina las acciones a desarrollar. Ese es el plan de trabajo que hay que afrontar”.

-¿Se mantendrán todas las medidas incluidas en el decreto de emergencia hídrica sin cambios, se rebajarán o intensificarán algunas?

“El plazo de vigencia de la declaración es de seis meses, prorrogables a otros seis meses, conforme establece la normativa. El decreto recoge 75 medidas de diferentes ámbitos y para distintas entidades y sectores. Unas se plasmarán enseguida y otras tardarán un poco más, pero, precisamente, lo que la declaración nos va a permitir es actuar de forma rápida y eficiente”.

-¿El verano va a ser mucho peor, incluso, de lo previsto hasta ahora?

“El verano puede ser complicado porque no ha llovido –y de eso no tiene culpa nadie-, pero, precisamente por eso, hemos decretado la emergencia hídrica, ya que nos permitirá acometer algunas obras necesarias de forma rápida para poner agua a disposición del sector primario y garantizar el suministro a toda la población”.

-¿Cuál es el nivel de las balsas ahora?

A 1 de junio, el estado de las balsas, que lleva el consejero Valentín González, con el que he estado trabajando de forma conjunta para sacar adelante la emergencia hídrica, era del 37,7% (frente al 43% del 31 de mayo de 2023, según los datos oficiales de la empresa pública Balten).

-Algunos ayuntamientos han restringido el consumo de agua o aplicado medidas respecto a lavados de coche en la calle, riego de jardines privados y demás desde hace meses: ¿debe unificarse esto, a lo mejor desde el Cabildo, y hacerse mucho más amplio, como plantea Asaga?

“En Tenerife, tenemos diferentes situaciones en los municipios y lo que sirve para uno, no sirve para otro. Está claro que, como norma general, la sociedad tiene que hacer un uso racional del agua y evitar el despilfarro. En cualquier caso, no es menos cierto que medidas como la de no lavar coches en la vía pública ya están en las ordenanzas de muchos municipios de Tenerife. Los ayuntamientos, como es lógico, son libres de tomar las decisiones que consideren oportunas dentro de sus competencias y, si algunos han tomado esa decisión, es porque realmente tienen una situación complicada. En ese sentido, haremos una campaña de concienciación para que la ciudadanía tinerfeña sepa a lo que nos estamos enfrentando con esta situación y para que se haga un uso adecuado del agua”.

-¿Hay claros riesgos de cortes de agua este verano en algunas comarcas o zonas, al menos?

“No prevemos cortes y lo único que pudiera darse, en algún momento puntual, es en zonas altas o salir con menor presión el líquido, como ya ocurrió el año pasado en el casco de La Laguna durante las olas de calor, pero sin cortes en el suministro humano”.

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