Durante los primeros meses de su tercera legislatura como presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas ha tenido que hacer frente al mayor repunte migratorio que ha vivido la Isla. Unas 15.000 personas pasaron por el puerto de La Restinga el año pasado, huyendo del hambre y los conflictos de países como Mauritania o Senegal. En una entrevista concedida al programa ‘Atlántico Interviú’, el socialista destaca la empatía y la solidaridad de unos herreños que recuerdan muy bien el momento en que ellos también tuvieron que partir.
– ¿Cómo ha afectado este fenómeno a El Hierro?
“Ha comprometido algunos servicios, pero con respecto al fenómeno migratorio, yo destaco siempre una cosa: la solidaridad y la empatía con que los herreños han abordado esta circunstancia. Por un lado, no es frecuente que a una isla tan pequeña llegue tanta gente y, por otro, tampoco lo es que los herreños lo hayan abordado de esa manera, siendo un ejemplo de comprensión con la migración. Seguramente, tenga que ver con el carácter emigrante que tenemos porque hemos nacido o tenemos familia en Venezuela. Por lo tanto, es un sentimiento que tenemos en vena y esto ha ayudado a entender lo que está sucediendo con la emigración africana”.
– La Comunidad Autónoma tutela en estos en estos momentos a más de 5.600 menores migrantes no acompañados. ¿Cuenta la Isla con instalaciones suficientes? ¿A cuántos jóvenes tiene acogidos?
“Tengo que puntualizar que la competencia en migración es del Estado español y, en concreto, la de menores, del Gobierno de Canarias, que apenas nos informa. Nosotros estamos aquí como puente para ayudar al resto de administraciones. No conozco el número exacto de menores migrantes no acompañados que acogemos en El Hierro, pero calculo que estaría en torno a los 300. Esto sobrepasa de largo el límite que podemos gestionar, comprometiendo determinadas cuestiones como la integración. Hemos insistido con el Ejecutivo autonómico en que la situación es límite también en El Hierro porque, fundamentalmente, no podemos darles una formación o enseñarles un idioma u oficio, que es lo que nos compete como sociedad”.
– ¿Es fluida la comunicación con el Gobierno de Canarias para la gestión migratoria?
“Hay una dinámica de funcionamiento que ya está experimentada y sabemos qué tiene que hacer cada uno. Pero es cierto que con el Gobierno central tenemos más relación que con el regional en cuanto a la gestión migratoria”.
– ¿Qué espera de los acuerdos que se puedan alcanzar entre ambos Ejecutivos?
“Espero mucho. Espero que cualquiera de los menores migrantes no acompañados puedan ser derivados a otras comunidades, lo que incluye también a los acogidos en El Hierro, para que puedan recibir una atención digna, siempre y cuando los recursos en la Isla estén sobrepasados”.
– En sus legislaturas previas no ha tenido que hacer frente a un repunte migratorio de esta magnitud. ¿Qué ha sido lo más difícil?
“Al principio, fue realmente complicado porque no teníamos una dinámica de funcionamiento ni los servicios sanitarios con los que contamos ahora. Tampoco disponíamos de un dispositivo de Cruz Roja permanente en el muelle de La Restinga ni del CATE (Centro de Atención Temporal de Extranjeros) que tenemos ahora en San Andrés, que acoge a 800 personas, o el polideportivo que habilitamos en la misma zona”.

– La bonificación en el precio del combustible para las denominadas Islas Verdes entró en vigor en marzo. Sin embargo, usted se ha mostrado escéptico, afirmando que esto es un parche hasta final de año…
“Sí, fue un parche el primer día, pero las gasolineras subieron los precios al día siguiente. Por lo tanto, no hemos avanzado nada porque, conforme el Gobierno canario subvenciona con los 20 céntimos, ellos encarecen el precio. Pasa lo que en su momento ocurrió con los billetes aéreos: se bonifica del 50 al 75 por ciento e, inmediatamente, hay una subida que hace que la gente pague la misma cuantía. Aunque en el caso de El Hierro estamos peor porque pagamos más de lo que pagábamos antes. Sé que hay una buena disposición por parte del Gobierno, pero esa solución no nos sirve”.
– Entonces, ¿qué solución propone?
“Por ejemplo, vía impuestos o compensando los beneficios de las empresas. Nosotros estamos promoviendo el uso del coche eléctrico, por lo que la dependencia del combustible cada vez será menor. Aquí no hay posibilidad de elegir un precio más barato, como ocurre en Tenerife. De hecho, hay gente que viaja con su vehículo a Tenerife, llena el tanque de gasolina, vuelve a El Hierro y le cuesta más barato, pagando, incluso, el billete de barco. Esto es un tema absolutamente demencial. Y el Gobierno de Canarias lo conoce de primera mano porque sabe cuál es el precio exacto de la gasolina. Lo comprueba diariamente”.
– Hace unos meses se celebró la primera Conferencia de Presidentes de Cabildos para abordar el crecimiento demográfico, pero en El Hierro no existe ese aumento desmesurado de la población, sino todo lo contrario…
“Sí. De hecho, el debate en la Isla se centra precisamente en potenciar la industria turística, pero con un modelo diferente al resto del Archipiélago, tratando de no caer en los mismos errores. En concreto, basado en el respeto al medio natural y marino con deportes de riesgo o aventura, por ejemplo. Por lo tanto, necesitamos que vengan turistas para que dejen rédito. El Hierro necesita 10.000 habitantes más de los que tiene en estos momentos para que haya una masa crítica que genere economía en la Isla porque ahora dependemos de las ayudas del Gobierno y Europa”.
– Precisamente, usted es, además, consejero de Turismo.
“Es cierto que el turismo está creciendo en El Hierro, pero tenemos que competir con un producto singular y diferenciado. Por lo que el sector primario es absolutamente fundamental en nuestra propuesta turística”.
– Llegó a la presidencia de la Institución insular, junto a las formaciones Asamblea Herreña e IUC-Reunir Canarias, tras presentar una moción de censura con Agrupación Herreña Independiente. ¿Goza de buena salud el pacto de gobierno? Porque hemos sido testigos de ciertas desavenencias con David Cabrera.
“Sí. Actualmente, goza de muy buena salud. David Cabrera [vicepresidente y consejero de Medio Rural y Marino] y yo nos hemos dado cuenta de que no hay ninguna alternativa. Si queremos seguir trabajando por la isla de El Hierro desde la gobernabilidad, la ejecución e impulsando proyectos no nos queda más remedio que ponernos de acuerdo. Ambos estamos comprometidos hasta el final de esta legislatura”.
– Señor presidente, si me permite la broma, en sus cenas de Navidad entiendo que será complicado evitar hablar de política, teniendo en cuenta que Javier Armas, de AHI, es su hermano.
“No hablamos de política casi nunca porque, evidentemente, son dos puntos de vista diferentes. Desde luego, mi hermano y yo solo queremos lo mejor para El Hierro, pero con un modo diferente de ejecución. Tratamos muchos temas, pero no de política porque tendríamos desencuentros”.
– Esta es su tercera legislatura en el Cabildo herreño. ¿Cree que podría adquirir cierta tendencia continuista?
“Sinceramente, llevo queriendo dejar la política desde hace mucho tiempo, pero la persona que propuse para estas últimas elecciones tuvo un problema de salud y no fue posible. Desde la directiva regional prefirieron que yo siguiera al frente; que no había otra posibilidad. Espero que en la próxima legislatura no ocurra nada y pueda irme a casa. Tengo cierta edad y ganas de dedicarme a otras cosas, como a mi huerta, cultivando tomates, zanahorias y pepinos”.
– O piña tropical.
“Eso es más complicado. Me conformo con la horticultura”.