Este martes, 6 de agosto, la familia real española se dejó ver por el centro de Mallorca, lo que llamó la atención de transeúntes y medios de comunicación. Durante su visita al mercadillo de la Plaza Mayor y a una tienda de nutrición, las reinas Letizia y Sofía, junto con la princesa Leonor y la infanta Sofía, regresaron al Palacio de Marivent en coche. Esta vuelta dejó una imagen notable: la princesa Leonor conduciendo en público por primera vez.
La princesa se sacó el carnet de conducir el pasado mes de marzo, pero no ha sido hasta estas vacaciones cuando se la ha visto conduciendo públicamente. Sin embargo, hay un detalle del paseo que no ha pasado desapercibido y ha generado críticas hacia la heredera al trono.
Las imágenes distribuidas por diversas agencias muestran a una Leonor sonriente, saludando a los fotógrafos mientras se alejaba del lugar al volante. Sin embargo, las fotografías también revelaron que el coche que conducía no llevaba la señal de la ‘L’, que es obligatoria para todos los conductores noveles.
Posibles sanciones
De acuerdo con el Reglamento General de Vehículos en su Anexo XI, la señal V-13, una placa rectangular con la letra ‘L’ en blanco reflectante sobre un fondo verde también reflectante y enmarcada en blanco mate, es obligatoria para “los vehículos cuyos conductores hayan obtenido por primera vez un permiso de conducción durante el período de un año”. Esta señal debe colocarse en la parte posterior izquierda del vehículo, en un lugar visible.
La falta de este distintivo conlleva una multa de 100 euros, según el reglamento, al tratarse de una infracción leve. No obstante, hay una excepción a esta norma: no están obligados a llevar la ‘L’ aquellos conductores que hayan sido titulares, con posesión efectiva por un período mínimo de un año, de otro permiso nacional o extranjero de cualquier clase, ya sea civil o militar.
A pesar de que no se ha confirmado públicamente que la princesa Leonor tenga otro permiso de conducción, en España es posible obtener el carnet de ciclomotor desde los 15 años. Esto podría eximirla de la obligación de llevar la señal de la ‘L’, si se demostrara que ha sido titular de dicho permiso durante al menos un año.
Este detalle técnico y la posible multa asociada han suscitado un debate sobre el cumplimiento de las normas por parte de los miembros de la familia real, reflejando una vez más la atención constante y minuciosa que recae sobre sus acciones públicas.
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