La investigación en torno a la muerte de Matthew Perry ha avanzado rápidamente, según informó este sábado el portal TMZ. En las últimas horas, se habrían producido varios arrestos, incluyendo el de un médico, relacionados con el fallecimiento del famoso actor de la serie ‘Friends’.
Perry, quien murió el 28 de octubre a los 54 años tras ahogarse en el jacuzzi de su residencia, tenía en su sistema niveles peligrosamente altos de ketamina, un anestésico que también se utiliza para tratar la depresión. Desde el inicio de la investigación, se había contemplado la posibilidad de que su muerte estuviera vinculada a su historial de adicciones, ya que en los meses previos estaba lidiando con una recaída en el consumo de sustancias.
Sin embargo, los análisis toxicológicos revelaron una presencia anormal de ketamina, en niveles normalmente asociados con anestesia general, lo que levantó sospechas. A pesar de que Perry había utilizado la sustancia como parte de un tratamiento para la ansiedad y la depresión, su última sesión de terapia había sido más de una semana antes de su fallecimiento. Esto sugiere que la ketamina presente en su organismo no fue recetada legalmente ni administrada por un profesional de la salud.
Como resultado, la división de robos y homicidios del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) intensificó su investigación, la cual ha comenzado a dar resultados concretos.
En las últimas horas, se han ejecutado múltiples órdenes de allanamiento, incautando ordenadores, teléfonos y otros dispositivos electrónicos para rastrear la procedencia de la ketamina que Perry ingirió antes de perder la conciencia en su jacuzzi. Fuentes policiales citadas por TMZ indican que al menos un médico ha sido arrestado, junto con varios traficantes de drogas involucrados en la distribución de la sustancia a Perry. La investigación también ha revelado comunicaciones donde se mencionaba al actor y las negociaciones sobre la adquisición de la droga.
Durante el proceso, las autoridades descubrieron que otras celebridades también estaban conectadas con la escena de drogas en Hollywood. Entre ellas, Brooke Mueller, exesposa de Charlie Sheen, quien coincidió con Perry en un centro de rehabilitación. No obstante, Mueller no parece estar vinculada a los arrestos relacionados con la muerte del actor.