Shakira, la estrella colombiana, ha logrado finalmente vender su lujosa mansión en Miami tras meses de búsqueda de comprador. La transacción, que le reportará 17 millones de dólares, ha sido posible gracias a la intervención de su amigo y también estrella de la música, Marc Anthony, quien facilitó las negociaciones con un renombrado actor de Hollywood, próximo a convertirse en vecino de figuras como Beyoncé y Alejandro Sanz.
La cantante adquirió esta imponente propiedad en 2004 por cinco millones de dólares, tras comprarla a un empresario portugués especializado en artesanía y cerámica. Desde entonces, Shakira ha invertido considerablemente en mejoras, que incluyen la construcción de un puerto privado, aumentando así el valor de la propiedad en el competitivo mercado inmobiliario de Miami.
Sin embargo, la cercanía de una fosa séptica instalada en años recientes, que maneja los residuos de toda la urbanización, le trajo problemas. Aunque la situación no genera olores continuos, la limpieza de la fosa ha sido calificada como una experiencia desagradable, lo que llevó a que la prensa apodara la casa como la “mansión de la caca”.
La propiedad, de 750 metros cuadrados, se caracteriza por su luminosidad y amplitud. De estilo moderno y con una predominante decoración en blanco, cuenta con varios edificios que incluyen un salón, comedor, una cocina con office y acceso directo al jardín, un chill out libanés, tres dormitorios con baños en suite, gimnasio y una gran piscina exterior.
Tras su separación de Gerard Piqué, Shakira encontró refugio en esta mansión junto a sus hijos Milan y Sasha, buscando la tranquilidad tras la intensa presión mediática en Esplugues de Llobregat. No obstante, con el paso de los meses, decidió mudarse a un entorno aún más exclusivo: Fisher Island, en la Bahía de Biscayne. Esta isla, conocida como uno de los tesoros más preciados de Florida, es accesible solo por ferry o helicóptero y ofrece a sus residentes seguridad privada, prestigiosos colegios, restaurantes, un campo de golf de nueve hoyos, y playas de acceso restringido con arena traída directamente desde las Bahamas.