¿Qué debe hacer la humanidad ante un posible contacto con civilizaciones extraterrestres? Esta es una de las preguntas que se abordarán en unas jornadas científicas que ha organizado el 7 y 8 de febrero el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) con entrada libre.
La jornada divulgativa ha sido organizada por el proyecto Laboratorio de Innovación en Optomecánica (LIOM) del IAC con el nombre ‘Del silencio al contacto: vida extraterrestre y nuestro lugar en el Cosmos’, y se desarrollará en el Museo de la Ciencia y el Cosmos en Tenerife.
En este foro se tratará de buscar respuestas a otras preguntas cómo la de cuándo calcula la ciencia que puede encontrarse vida fuera de la Tierra y cómo se están ejecutando los proyectos científicos que llevarán a constatar la existencia de vida más allá de la conocida en nuestro planeta, ha indicado este miércoles el IAC en un comunicado.
El evento comenzará el 7 de febrero con la proyección del documental ‘Life Beyond’, una producción audiovisual de vanguardia que lleva a los límites del conocimiento científico actual sobre la búsqueda de vida extraterrestre.
A continuación, un panel de expertos debatirá sobre cuestiones fundamentales como la definición de vida, las posibilidades de encontrar vida en el sistema solar y más allá, y las implicaciones de un hipotético contacto con civilizaciones alienígenas.
Entre los participantes figuran Carlos Briones, investigador del CSIC en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA, asociado al NASA Astrobiology Program); Zach Murguía, profesor de Ciencias Ambientales en la Montana State University; y Antonia Varela, directora del Museo de la Ciencia y el Cosmos e investigadora del IAC.
También intervendrán María Rosa Zapatero, investigadora del CSIC en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA, asociado al NASA Astrobiology Program); y Héctor Socas, físico solar del IAC y director de la Fundación EST (European Solar Telescope) y Elliot Gilliam, del SETI Institute.
Al día siguiente se celebrarán dos charlas divulgativas a cargo de investigadores del Centro de Astrobiología (CSIC) y el SETI Institute.
Todo ello en torno al Tercer Taller Internacional del proyecto LIOM, donde se pondrán en común los avances realizado en el último año.
LIOM es un proyecto dedicado al desarrollo de nuevas tecnologías ópticas y mecánicas que formarán parte de la próxima generación de telescopios, como el ExoLife Finder (ELF), dedicado a la búsqueda de vida fuera del sistema solar.
Este laboratorio tiene entre sus objetivos desarrollar tecnología para grandes sistemas ópticos capaces de resolver y medir fuentes débiles a las que no se puede acceder con los grandes telescopios, instrumentos y detectores actuales.
LIOM cuenta con una financiación durante 5 años del Programa Marco de Investigación e Innovación Horizonte Europa de la Unión Europea y está auspiciado por una Cátedra ERA (European Research Area).
Este proyecto científico contribuirá a consolidar colaboraciones entre empresas e instituciones académicas, especialmente de Europa, Canadá y Estados Unidos, para crear innovación tecnológica que respaldará la próxima generación de grandes telescopios ópticos.
Uno de los proyectos que se beneficiará directamente de las posibles innovaciones que se desarrollarán en LIOM es el diseño del telescopio ExoLife Finder (ELF), una nueva infraestructura científica capaz de detectar biomarcadores en exoplanetas y obtener detalles de sus superficies.
Con al menos 50 metros de diámetro, será un telescopio único y uno de los más ligeros del mundo dedicado a la obtención de imágenes infrarrojas de alta resolución y contraste.
Pero antes de su construcción, el equipo tiene que resolver dos grandes retos tecnológicos para conseguir un peso y un coste 10 veces menor a lo habitual en este tipo de infraestructura: el desarrollo de espejos ultraligeros y autocorregibles de densidad reducida; y el uso de cables tensionados en lugar de un armazón rígido para unir la estructura mecánica del telescopio.
Por ello, un prototipo de 3.5 metros, denominado Small-ELF, para el que ya existe financiación en el IAC y en el Centre for Research in Astrophysics de Lyon (CNRS), se instalará en el Observatorio del Teide con el fin de desarrollar las tecnologías necesarias para garantizar el éxito del proyecto ELF.