tribuna

El peso de la soledad emocional

La soledad emocional se ha convertido en una sensación muy habitual a pesar de estar más conectados que nunca. A pesar del crecimiento de las redes sociales y toda la tecnología que facilita la inmediatez a la hora de contactar con alguien, cada vez son más los pacientes que acuden a consulta, (de todas las edades), sufriendo por el peso de la soledad. Una soledad que no consiste en estar físicamente solos, ni en la ausencia de personas a tú alrededor o entorno. Cuando hablamos de Soledad Emocional nos referimos a un problema al crear vínculos emocionalmente profundos. La soledad más dolorosa no es la social, sino la que uno siente estando acompañado. Este tipo de soledad tiene consecuencias cuando nos referimos a la salud mental puesto que puede derivar en trastornos de depresión y ansiedad, mermar la autoestima, aumentar inseguridades, abandonar poco a poco la vida social, etc. Las redes sociales, o más bien el uso que muchos hacen de las redes sociales y los métodos de comunicación y expresión inmediata, (emoticonos, reacciones), tienen una parte de responsabilidad en el aumento de casos de personas con esta sensación. En muchas ocasiones sustituimos las conversaciones profundas por reacciones inmediatas. Hemos cambiado las conversaciones profundas por otras bastantes vacías. Señales de alerta: sensación de vacío, dificultad para conectar con los demás, tristeza, sensación de incomprendido, buscar validación de los demás (hoy en día se usa mucho las redes sociales para esto), y evitar hablar sobre emociones.

Psicopíldoras: trabaja en tu autoestima. En ocasiones es normal sentirse solo, no te culpabilices por ello, añade dosis de autocuidado: cuida tu cuerpo, mente y emociones, esto te ayudará a sentirte más seguro y confiado. En terapia trabajamos la gestión del pensamiento para mejorar o cambiar la emoción. Intenta ver situaciones desde diferentes perspectivas, o cambiar el significado de tus circunstancias (sin caer en el autoengaño). Cambio de hábitos: quizás los que tienes te funcionaron un tiempo, pero a lo mejor tú no eres el mismo que en esa época. Comparte cómo te sientes: resulta reparador cuando alguien valida lo que sientes, y te das cuenta que no estás solo en esto. Reconoce tu dolor sin juzgarlo. Refuerza la relación contigo mismo. Planea una cita semanal contigo mismo para hacer lo que más te guste. A veces, estamos rodeados de personas, pero desconectados de nosotros mismos y, la verdadera conexión comienza cuando te escuchas, te hablas con cariño, y te das el permiso de sentir.

*Tamaradelarosapsicologa.com

TE PUEDE INTERESAR